También hay que tomar en cuenta que la carga genética marcará la conducta de los canes. (Internet)
También hay que tomar en cuenta que la carga genética marcará la conducta de los canes. (Internet)

Redacción PERÚ21

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Es una huella imborrable que marcará la vida del animal. Afecta su socialización con los seres humanos, con otros canes y con su entorno. Su nombre: el .

Se presenta entre la cuarta y duodécima semana de nacido. En este periodo, es vital que se le enseñe una buena conducta para que no tenga problemas de riñas ni malacrianzas.

Por eso, es sumamente importante que los amos consulten con el veterinario y conozcan todo lo posible acerca de esta etapa crítica. El juego resulta una herramienta indispensable para potenciar sus habilidades innatas y se recomienda buscar que el cachorro se relacione con otros perros.

Es importante marcar algunas normas básicas de convivencia y respeto. Se debe evitar el castigo físico. Tampoco es bueno asustarlo. Si quiere corregirlo, basta con un sonoro ¡No!

Otro consejo relevante es que no se debe descuidar la alimentación. Esta debe ser balanceada. Tampoco la desparasitación (interna o externa) ni la vacunación. Lo ideal es no bañarlo antes de los seis meses. Si se espera hasta el año, mejor.

Además de lo descrito, también hay que tomar en cuenta que la carga genética marcará la conducta de las mascotas. Por eso, es importante conocer su procedencia.