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A Frida Ames no le estresa el tráfico de Lima. Cuando tenía siete años, su padre, que era jefe de transporte de la Fuerza Aérea, le enseñó a manejar. En esos tiempos de niña, le pedía a su padre que cuando viajase, le trajese de regalo carros y no muñecas. A los 18 sacó un brevete profesional para transporte pesado. Y así, se convirtió en la primera y la única mujer en el Perú en manejar un bus Enatru. Esos que hasta comienzos de los 90, transportaban 300 pasajeros y que eran mucho más grandes que los carros del Metropolitano.
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"En mi vida siempre me ha gustado conducir", dice ahora fuera de un carro, lo cual es extraño porque Frida está casi todo el tiempo a la mano del volante. A sus 51 años, y con más de 30 años manejando en transporte público, dice que no podría imaginarse haciendo otra cosa. Excepto siendo madre.
Frida coloca sobre la mesa de su sala las fotos del matrimonio de su hija Fiorella y de su nieta. La maternidad le llegó cuando era adolescente y, de la mano de sus padres, crió y educó a su hija siendo madre soltera.
Durante los 13 años que manejaba los buses Enatru ocho horas al día, tambiénllegaba a casa a cocinar y abrazar a su niña, que ahora es empresaria de moda.
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A Frida le gusta mirarse y sentirse como una súper mujer. Cuenta que a lo largo de su vida ha tenido que lidiar con el machismo por trabajar en un espacio laboral liderado y ocupado casi por completo por hombres. Y es cierto. En Lima encontrar una mujer taxista o chofer de bus es tan improbable como que el cielo deje de ser gris.
El año pasado, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones la premió por no tener ni una sola papeleta en los más de 30 años que lleva en este rubro. Ahí la empezaron a llamar "La reina del volante". Desde hace cinco años trabaja como chofer para una empresa de taxi, donde también es la única mujer. No piensa dejar de manejar.
