Calma
Antes de interrogar por qué pasó o castigar, lo aconsejable es mantener la calma. Reprochar solo conduce a la agresión o la humillación. No es productivo.
¿Qué pasó?
Una vez que se evitó la reacción negativa, corresponde obtener un primer “descargo” por parte del hijo. No se llegará a obtener toda la verdad en ese momento, pero es lo que corresponde para iniciar el diálogo.
Razones de fondo
Una mala nota no siempre es resultado de falta de responsabilidad del estudiante o problemas intelectuales como “no entendí” o “el tema era muy difícil”. En muchos casos es síntoma de depresión, bullying, problemas oftalmológicos, en fin.
Responsabilidades
Una vez identificados los factores, es importante, primero, usar los términos adecuados para abordar las soluciones. En vez de hablar de “culpables” o “víctimas”, es mejor hablar de “responsables”. En tal sentido, padres e hijos deben asumir lo que les toca, con firmeza y optimismo.
Soluciones
Al saber las causas y reconocer en qué fallaron los responsables, es más fácil tomar el camino a la solución: asignar un tutor, mejorar la supervisión del rendimiento académico, buscar terapia psicológica, entre otras alternativas.