Las clases no tienen por qué ser aburridas. De hecho, los profesores que suelen ser recordados positivamente por sus alumnos son aquellos que fueron más allá del mero dictado vertical y que enriquecieron sus clases con otro tipo de recursos.
En tal sentido, James Derounian, profesor de la Universidad de Gloucestershire (Reino Unido), tras realizar un rápido estudio entre los alumnos de su institución, corroboró lo importante que es una clase amena.
"Las primeras tres características en orden de importancia fueron que la enseñanza inspiradora es motivadora; segundo, que debe sentirse alentadora; y tercero, que los conocimientos deben fluir de profesores apasionados por los temas que enseñan", escribió en The Guardian.