La medicina regenerativa se basa en el uso de células madre, que pueden regenerarse a sí mismas. Estas se obtienen de tres fuentes: de un adulto, del cordón umbilical y de embriones. En esto último radica el conflicto pues la manipulación embrionaria es un tema crítico en términos éticos, religiosos y legales.
Por ello, los esfuerzos se han centrado en el trabajo con células madre obtenidas del mismo paciente, también llamadas "autólogas". Hoy, personas con diabetes, insuficiencia coronaria, Parkinson, entre otros males, pueden lograr mejorías al ser tratadas con esta terapia. En el Perú, por ejemplo, médicos como el neurólogo Enrique Orrillo o el cardiólogo Jorge Tuma han logrado muy buenos resultados en estos casos.
CAMPO EN CIERNESPor el momento no es un procedimiento milagroso ya que, en la mayoría de casos, resulta un método paliativo. Pero hay avances que llaman la atención. Por ejemplo, en la última reunión anual de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, expertos afirmaron que en 20 años sería posible la regeneración de piezas dentales. Por otro lado, en el Hospital de la Universidad Karolinska (Suecia) ya se realizó el primer implante de un órgano creado a partir de células madre.
De hecho, la Asociación Internacional de Investigación en Células Madre (ISSCR por sus siglas en inglés) ha manifestado su preocupación ante la numerosa oferta de centros médicos que ofrecen estos tratamientos, muchos de ellos sin la rigurosidad ni transparencia debida.
Es decir, tampoco se deje engañar. Habrá que aguardar con mesura los próximos avances en esta rama.