La colitis ulcerosa consiste en la inflamación y la ulceración del colon y el recto. ¿Cómo se manifiesta? Los síntomas más comunes son dolor abdominal, ganas constantes de evacuar, diarrea, heces con sangre, pérdida de peso, entre otros.
El método clínico más apropiado para diagnosticar esta enfermedad crónica es la colonoscopía. Esto también ayudará a descartar un posible cáncer de colon, ya que la colitis eleva el riesgo de que este se desarrolle.
¿POR QUÉ SE PRODUCE TODO ESTO?Las causas no se han determinado con precisión hasta el momento. Puede provocarse por culpa de una infección intestinal, una falla en el sistema inmunológico o una condición hereditaria, pero también resulta común que factores emocionales como el estrés contribuyan a su aparición.
Lo cierto es que esta incertidumbre no ayuda a la hora de establecer protocolos de prevención. Además, la colitis ulcerativa, como la diabetes y otros males crónicos, no desaparece por completo. Es decir, no se cura, solo se puede reducir al máximo sus molestos síntomas y brotes.
El tratamiento tiene varias líneas de acción, las cuales incluyen una corrección en la dieta, mecanismos para manejar el estrés, administración de fármacos y hasta cirugía en situaciones más complejas. Será el gastroenterólogo quien le brinde el tratamiento más apropiado según su caso.