Sea para mejorar la formación académica, conseguir un mejor puesto o ejercer lo aprendido en las aulas de educación superior, cada vez más jóvenes desean trabajar y estudiar al mismo tiempo y por ello valoran de manera especial a las empresas que les dan esas facilidades.
La posibilidad de hacer estudios y cumplir con obligaciones laborales al mismo tiempo es un reto difícil, pero no imposible. Así sean cursos presenciales o virtuales, se requiere organización, compromiso y fuerza de voluntad.
Los tiempos han cambiado; la dinámica de las empresas se ha ido adaptando a ello y sus líderes también han comprendido lo que buscan y por aquello que apuestan los millennials, por ejemplo.
En ese sentido, Jonathan López, administrador de empresas con experiencia en gestión humana, comenta que “si ya ingresaste a tu primer empleo y tienes planeado estudiar, puedes comentarle a tu jefe e incluso ver la posibilidad de un financiamiento interno o llegar a un acuerdo de flexibilidad en los horarios y posibles permisos en eventuales viajes académicos”.
“Hay que ser sincero, transparente y no tener miedo a exponer las ganas de seguir capacitándose para lograr objetivos personales y profesionales”, enfatiza López, quien es director de la Red de Empresas de Fundación Forge. Esta es una organización sin fines de lucro que se dedica a facilitar el acceso laboral de calidad a jóvenes, especialmente los de pocos recursos económicos.
“Se trata de crear oportunidades para una vida mejor a partir de la cultura del trabajo”, subraya el especialista, aludiendo a la misión de la fundación.
CONSEJOS
López resume algunas claves para llevar adelante con tranquilidad el proyecto de estudio y trabajo en simultáneo: perseverancia, gestión efectiva del tiempo, responsabilidad, orden financiero y honestidad, en tanto hay que ser claros con el empleador y respetar los lineamientos de la empresa.
“La perseverancia ayudará a ser constante para cumplir con los compromisos asumidos tanto en el centro laboral como en el de estudios. Asimismo, ayuda a soportar la presión que puede causar esta decisión”, sostiene.
Y en cuanto a la gestión de tiempo, sugiere no dejar nada a la suerte y usar herramientas tecnológicas, pues “es la buena planificación con la que podemos optimizar el proceso”.