Lo primordial es renovar las paredes, pintándolas con látex o esmalte de colores suaves, como crema, topo o hueso. Puede agregar cuotas de tonos vivos en la ropa de cama o accesorios.
Opte por un efecto envejecido en los muebles de madera, ya sea la cama, los veladores o la cómoda. Elija un acabado tipo wash o decapado para alcanzar esta propuesta.
Un clóset o mesas de noche de madera clara también ayudan a proyectar un sentido cálido. Además, es una alternativa que intensifica la luminosidad del cuarto.
En invierno conviene tapizar las cabeceras con telas voluminosas y llenas de textura. Puede ser terciopelo o Jacquard. Inclínese por las de colores delicados, como beige o almendra.
Otro consejo es integrar una alfombra llena de textura al pie de la cama, puede ser de lana natural y de pelo alto para abrigar el ambiente.
Si hablamos de la ropa de cama, integra un edredón de plumas o de napa siliconada. El toque de movimiento puede estar en esta pieza, opta por una de diseños geométricos o florales.
Decore este refugio privado con muebles diseñados o inspirados en épocas pasadas. Por ejemplo, las tinas de hierro fundido con patas torneadas son típicas, también los lavamanos que tienen pedestal. Puede vestir los muros con baldosas de concreto estampado de diseño clásico o con cerámicos biselados, ya que agregan una cuota vintage.
Si se trata del mueble de baño, restaure una cómoda antigua o una mesa que esté en desuso; puede pintarla con un efecto wash o al duco. En el caso de la iluminación, seleccione lámparas tipo araña. Los organizadores, jaboneras o cajas en tono pastel también quedan perfectos.
El menta, turquesa, rosa bebé y celeste son tonos muy de moda que puede emplear tanto en muebles como en accesorios. Estos son perfectos para llenar de luz un ambiente y agregar una cuota fresca y alegre.
También puede usarlos en paredes, en lugar del blanco, y acompañarlos con elementos de tonos más fuertes que hagan contraste, como lámparas, cortinas o butacas de tonos azul, verde esmeralda o negro.
En lugar de las típicas mesas auxiliares, puede emplear una caja de fruta de madera. Para usarla solo debe instalarle garruchas de metal y pintarla con látex o acrílico. Otra alternativa es emplear un pequeño banco de 50 cm de alto y decorarlo solo con una lámpara o libros para no atiborrar la pieza.
Si desea darle un aire industrial a la sala, otra idea es renovar una antigua caja fuerte de metal, pintándola con epóxica. Este tipo de acabado se debe aplicar con una compresora, así el efecto será más parejo. También puede emplear una pila de libros sujetos con una cuerda.