Los besos son vehículos para diversos elementos:* desde afecto y virus hasta muestras de ADN*. Investigadores de la Universidad Comenius de Bratislava (Eslovaquia) están convencidos de ello.
El equipo ha encontrado que el código genético del ser amado permanece en la boca durante un tiempo considerable.
Luego de un estudio realizado con doce parejas de enamorados, los científicos concluyeron que después de un beso apasionado, que incluya intercambio de saliva durante dos minutos, por lo menos, el ADN ajeno* puede permanecer en la boca una hora después* de realizado el contacto.
Según la publicación New Scientist, este hallazgo también puede resultar de utilidad para la Policía en las investigaciones en casos de abuso.