1. ADELANTO:
Universidades e institutos suelen abrir cursos de verano, de modo que los interesados puedan acortar el tiempo de estudios o aligerar el peso académico de ciclos venideros. También es una manera de ponerse al día.
2. PRÁCTICAS PREPROFESIONALES:
¿Qué mejor época para practicar que el verano? No solo sirve para ganar experiencia laboral, sino también para acreditar las horas necesarias que exige el centro de estudios para poder egresar.
3. IDIOMAS:
Dominar más de un idioma es hoy una destreza estándar, más que un privilegio. No saber inglés, por ejemplo, es una desventaja: limita la capacidad de adquirir conocimientos y comunicarse con el mundo.
4. ACTIVIDAD FÍSICA:
Un aspecto que los estudiantes descuidan durante los ciclos regulares es la actividad física. El verano es una época para dedicar, por lo menos, 30 minutos diarios al ejercicio. Esto influye en el estado de ánimo y el rendimiento intelectual.
5. EXPLORAR
Las vacaciones son un buen momento para explorar campos nuevos. Busque talleres o cursos de áreas que le llamen la atención. No tienen que estar necesariamente ligados a su formación profesional.
6. LEER:
La lectura es una de las actividades más estimulantes y beneficiosas que puede realizar el ser humano. Su práctica constante no solo abre puertas a nuevos conocimientos, sino que mantiene en óptimo estado el desempeño neuronal.