Logre una estética ligera mediante el uso de colores neutros como blanco, arena, grises en los muros, y agregue toques dorados o plateados en accesorios como candelabros, marcos, portarretratos, lámparas, etc.
Los sofás clásicos como los modelos Luis XV y XVI, los bergeres y chaise longue, así como butacas y sillones en terciopelo le ayudarán a proyectar sofisticación.
El mobiliario enchapado con espejos, los objetos de cristal y textiles como tafetanes y paillettes contribuyen con esta apariencia.
Combine colores como negro, gris y grafito con el dorado. En espacios femeninos, altérnelos con tonos pastel como rosa o menta.
En un dormitorio, revista la cabecera de la cama con terciopelo trabajado con la técnica del capitoné, e incluya una pieza clásica como un sillón de estructura dorada tapizado con chenille.
En la cocina, enchape con pepelmas o baldosas pequeñas de diseños espejados o metálicos entre los muebles inferiores y superiores.