Un hombre de la provincia de Hubei, en China, puso en marcha un inusual plan para evitar ser interrogado por la Policía local, la cual lo había detenido por cargos todavía no especificados. Como lo indicamos en el titular de la nota, esta persona fingió desmayarse repentinamente.
Cuando ello ocurrió, los efectivos lo trasladaron a un hospital para que reciba atención médica. Ahí, los doctores trataron de despertarlo sin éxito.
El panorama comenzó a preocupar a los agentes, quienes creían que su salud estaba en crisis. Por ello se decidió que fuese internado inmediatamente.
En aras de prevenir una fuga se ordenó vigilancia policial en el cuarto donde el detenido se encontraba.
Tres días después de que todo ocurriese, el hombre despertó tras oler el almuerzo del oficial que lo custodiaba. Este era arroz al curri con ternera, un platillo que es particularmente odorífero.
“El olor del arroz era muy fuerte y se esparció por toda la habitación mientras lo comía. Luego (el sospechoso) comenzó a mover la cabeza y se levantó lentamente”, contó el uniformado a The Global Times. Él añadió que avisó a sus compañeros lo sucedido.
“No he comido en tres días. Mi estómago vacío no pudo soportar más cuando olí comida a mi alrededor”, dijo el hombre a los agentes. De igual manera, él confirmó que había fingido su desmayo.