Un hombre de New Bothwell, una pequeña ciudad ubicada en la región de Manitoba, en el centro-sur de Canadá, se convirtió en protagonista de un insólito incidente que pudo haber puesto en riesgo su vida y la de sus compañeros de trabajo. Su historia se viralizó en Facebook.
Era de noche cuando Eli Boroditsky se dirigía a su centro de labores en auto. De un momento a otro, un animal se cruzó en su camino y lo golpeó sin querer. Tras bajar del coche, el hombre dudó sobre qué hacer con el que creyó era un perro. Finalmente optó por recogerlo, acostarlo en el asiento trasero y llevarlo hasta su centro de labores.
Cuando llegó a su trabajo, Boroditsky contó lo sucedido a un compañero suyo. Este lo revisó y se dio cuenta rápidamente que no se trataba de un perro, sino de un coyote salvaje.
Fue entonces que ambos sujetos decidieron ponerse en contacto con un centro de rescate animal cercano, pero tuvieron que esperar hasta la mañana siguiente para que pudieran atenderlo debido a que no había nadie disponible para ayudarlos.
Boroditsky pasó la noche trabajando y a primera hora llamó nuevamente al hospital, desde donde enviaron a un profesional para hacerse cargo del coyote lastimado.
Después de examinarlo, los especialistas constataron que el coyote tenía algunos cortes en la cara y en una de sus patas traseras, pero no sufría ninguna fractura de huesos, por lo que pudo ser liberado pocos días después.
Zoe Nakata, directora del centro de rehabilitación, agradeció el hecho de que los hombres se pusieran en contacto con la institución, pero aconsejó no recoger animales salvajes heridos.
"Si un animal es grande y es un depredador –si su conducta y su comportamiento natural es agresivo– siempre les pedimos a las personas que sean cautelosas y que nos llamen para poder ayudar", menciónó.
“Pensé que era un pastor alemán o un husky”, mencionó por su parte Boroditski a la CBC.