Courtney Whithorn es una joven estudiante de psicología de 20 años que sufrió de bullying durante su adolescencia. Esto la llevó a ser víctima de constantes ataques de nervios que desarrollaron en ella el hábito de morderse las uñas. Sin embargo, nunca imaginó que lo anterior terminaría causando graves secuelas en su salud. Su historia se compartió en Facebook y se hizo viral.
Sucede que la manía de Whithorn llegó a tal punto en que su uña desapareció por completo. En cierto punto, su dedo no hacía otra cosa que sangrar y, posteriormente, su piel tomó un preocupante color negro.
Las cosas empeoraron cuando la protagonista de esta publicación viral de Facebook optó por esconder lo que le ocurría por vergüenza. Sus padres y amigos nunca llegaron a tener idea de lo que atravesaba debido a que utilizaba uñas postizas o simplemente escondía el dedo entre sus manos.
Tuvo que pasar un buen tiempo para que la joven se animara a contar lo que le pasaba y, a mediados de julio pasado, decida dirigirse al médico, en donde le diagnosticaron un extraño tipo de cáncer conocido como melanoma subungueo lentiginoso acral.
Desde entonces, la joven tomó un tratamiento en el que le hicieron cuatro cirugías para extirpar el cáncer. Finalmente, se vio obligada a someterse a una operación para que le quiten el dedo.
Se informó además que tendrá que someterse a constantes chequeos durante los próximos cinco años. Fotografías de la mujer se compartieron en Facebook y se hicieron viral.
A pesar de que el doctor de Whithorn dijo que su cáncer se originó por el hábito de morderse las uñas, algunos doctores expresaron su desacuerdo con el diagnóstico.
Este es el caso del Dr. Nis Sheth, dermatólogo consultor y portavoz de British Skin Foundation, quien en conversación con MailOnline dijo: "Si bien el trauma físico se ha asociado con la aparición de algunos cánceres de piel, es muy poco probable que morderse las uñas haya provocado este cáncer".