No hay duda, el abogado Alfonso Morey es muy dinámico. Recontra dinámico. Ni bien Vladimir Cerrón pegó el grito al cielo porque un dron de prensa captó a su socio político, Ricardo Belmont, sentado en su balcón mientras realizaba un monólogo virtual en el que injuriaba a empresarios y periodistas, Morey se aprestó a poner una denuncia contra América TV por una supuesta vulneración de la privacidad del “asesor de palabra” del presidente Castillo.
Apenas se transmitió el programa, el dueño de Perú Libre, pidió a través de su Twitter que se castigue a los que se atrevieron a pilotar el objeto volador. El abogado que hace años usa distintas pantallas para calumniar a profesionales y políticos, obedeció.
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El sentenciado por corrupción escribió después de ver la edición del último domingo de Cuarto Poder: “Amerita una denuncia. Muy grave, no hay garantías constitucionales en el Perú”. Cerrón quedó impactado por las imágenes donde se veía a Belmont saludar al dron y hasta reírse con el aparato; quizá se imaginó retratado en imágenes similares y se aterró.
Pero lo que no es imaginación, sino dura y pura realidad, son las injurias, calumnias y amenazas irrepetibles que, al tiempo que volaba el dron, profería Belmont a través de una transmisión en vivo por Facebook, en contra de periodistas incómodos al régimen que encabezan Castillo y Cerrón, y de empresarios de medios.
Morey, quien funge de abogado de Belmont, publicó en sus redes la denuncia presentada en una comisaría y luego presentó, en nombre de su patrocinado, una queja ante la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV) exigiendo “máxima sanción” para los dueños del dron. América TV ha hecho sus primeros descargos. Pero todo indica que la maquinaria gobiernista de PL no se quedará tranquila después de que unos periodistas se atrevieran a captar a uno de los suyos en pleno trabajo de intimidación a sus detractores.
Desde siempre la prensa ha tomado fotos aéreas. Las imágenes que captó Cuarto Poder fueron de Belmont en su balcón; el programa nunca se entrometió en su casa.
Morey quiere manejar un canal para seguir cumpliendo las órdenes de Cerrón.