El vicecanciller de Uruguay, Ariel Bergamino, dijo a Perú21 que teniendo en cuenta la naturaleza del pedido de Alan García, la respuesta de su país se dará en un breve plazo y siguiendo los procedimientos de la Convención de Caracas de 1954.
“Se examina la información recibida de Perú. Esta servirá como insumo para la decisión soberana del Estado asilante (Uruguay). Es una decisión sustancial que amerita ser tomada en las máximas instancias del Gobierno”, sostuve Bergamino.
En una nota de prensa, el gobierno de Uruguay informó que Alan García se comunicó telefónicamente con el presidente Tabaré Vázquez, a quien le transmitió la solicitud.
Para hoy, Vázquez ha llamado a Consejo de Ministros y, en conferencia de prensa, anunciará las acciones que su gobierno ha tomado.
Viejos conocidos
Tabaré Vázquez es presidente de Uruguay, por segunda vez, desde marzo de 2015. Su primer periodo fue de 2005 a marzo de 2010. En esa etapa coincidió con García. Vázquez es líder de la izquierda uruguaya, su partido se llama el Frente Amplio. Su carrera política no ha estado lejos de los escándalos de corrupción.
Publicaciones uruguayas confirmaron que la campaña presidencial de Vázquez recibió dinero del gobierno argentino de los Kirchner en 2004.
Ya en el poder, en 2016, el presidente uruguayo dijo en Brasil que podría dar asilo a los dirigentes políticos brasileños que hoy son investigados por el caso Lava Jato.
“Si se pide asilo político a través de Cancillería y si corresponde con las normas internacionales, Uruguay siempre va a actuar dentro de las normas”, dijo aquella vez en San Paulo.
URUGUAY, PIEZA CLAVE
Para pagar los sobornos al gobierno kirchnerista, Odebrecht usó como intermediarias a empresas uruguayas. Por eso, para el caso Lava Jato en Argentina, Uruguay se ha convertido en pieza clave para la investigación.
“La conexión de la Banca Privada d’Andorra (BPA) con Odebrecht pasa por el antiguo responsable del banco andorrano en Uruguay Andrés Norberto Sanguinetti”, indica el diario El País de España.