Urresti admite que Ana Jara le pidió "dejar de criticar y dedicarse a trabajar"

El ministro del Interior dijo que obedece las disposiciones de la jefa del gabinete porque “es mi jefa”.

Fecha Actualización

26/08/2019 - 19:14

El ministro del Interior, Daniel Urresti, admitió hoy que la jefa del gabinete, Ana Jara, le ordenó dedicarse al trabajo de su portafolio y evitar enfrascarse en discusiones con sus detractores.

"Soy disciplinado producto de mi formación. Tengo una jefa, la premier Ana Jara y como soy disciplinado, tengo que obedecer a mi jefa (…) Me dijo: 'Deje Ud. de criticar, ya no quiero escuchar que esté respondiendo'. Mi jefa da una disposición directa y ya está en el chip", sostuvo en diálogo con RPP.

Las formas nunca deben perderse. "pquispev: ¿Premier avala estas actitudes? Min. Urresti faltó respeto a periodista http://t.co/6mZdMdTnty"— Ana Jara Velásquez (anajarav) septiembre 12, 2014

Al comentar el tuit de la premier en respuesta a la consulta de Perú21 acerca de algunos comentarios fuera de lugar del ministro, Urresti sostuvo que Jara primero conversó con él. "No he sentido un llamado de atención. (Ella) Me ayuda, me guía", agregó el titular del Interior.

"El ministro del Interior soy yo. El presidente me da lineamientos y está pendiente día a día del trabajo. Trato de hacerlo lo mejor posible", agregó Urresti tras señalar que no coordina acciones del sector con la primera dama, Nadine Heredia, y que no ha conversado con ella desde Fiestas Patrias.

ESTILO URRESTIEn otro momento, el ministro ofreció disculpas al periodista Carlos Villarreal, a quien hizo un comentario fuera de lugar el viernes. "Lo busqué, hablé con él de hombre a hombre y le pedí disculpas. No es mi intención hacerlo sentir mal. Él sabe perfectamente eso y lo podemos dejar atrás", agregó.

El ministro admitió que "mi forma de ser" no le permite controlarse, por lo que en ocasiones emite comentarios desatinados. Agregó que utiliza un lenguaje coloquial para compartir sus logros con la mayoría de ciudadanos, pero que también puede dirigirse sin problemas a "un pequeño grupo de intelectuales, no es que no me haya cultivado".

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