La renuncia de Carlos Añaños y Luis Molina al partido Avanza País desencadenó una serie de rumores. Y dio la clarinada de alerta para una justa que ya se saturó de participantes. Lo cierto es que Añaños y Molina hicieron clic desde hace mucho. Más precisamente, desde la campaña municipal, cuando el empresario ayudó a Molina, recomendándole estrategas políticos como el español Román Cendoya y el argentino Alejandro Pucci. Ambos han tenido varias reuniones en Lima, en el departamento sanisidrino del ayacuchano. Pero no ha sido el único. Añaños parece haberse tomado en serio la célebre frase “conversar no es pactar” de Ramiro Prialé. Con miras a ampliar su mano en la partida, ha tenido reuniones con apristas, acciopopulistas y una larga lista de figuras como Roque Benavides, con quien ha conversado por Zoom más de una vez. Y, mientras sigue deshojando margaritas, prepara desde Madrid —y con la ayuda de una reconocida editora peruana— la publicación de un libro que bien podría servir de carta de presentación política.

Todo indica que fue la propia gente del Partido Morado quien soltó el dato del cónclave con el fundador de Aje. Basta escuchar a su presidente, Luis Durán, quien no ha dudado en soltar varios nombres en reuniones y almuerzos. Desde Patricia Arévalo hasta la expresidenta del TC Marianella Ledesma, pasando por Jorge Nieto Montesinos, Fernando Cillóniz, Alfonso López Chau y Marisol Pérez Tello. Esta última ya fue ponente en el quinto encuentro nacional de Jóvenes Morados. Como se ve, el name dropping es su fuerte. Y, tras el reclutamiento de Carlos Ezeta, joven que se hizo conocido por pegarle al excongresista Ricardo Burga, ya se bromea en redes sociales que el próximo jale será el cono que golpeó al parlamentario Tubino. “Marca el ojo morado”, podría ser el lema.

Cómo será el caos en la tienda morada que recientemente la exjueza superior anticorrupción Carolina Lizárraga tuvo que pedirle al presidente del partido que retiren su nombre de un documento. Al igual que Pedro Gamio, exviceministro de Energía, Lizárraga fue parte del centro morado que se desencantó de los extraños virajes del partido. Ya para cuando Julio Guzmán le ofrecía ministros al gobierno de Pedro Castillo, ambos planeaban su propio movimiento. Lizárraga terminó firmando con Gerwer Campero y ‘Coché’ Núñez, otros dos disidentes morados. El excongresista José Antonio Núñez es un conocido economista arequipeño. Y Campero es un médico cirujano y excandidato morado, devenido en empresario minero tras heredar una mina en Puno de su padre, Gerwer Campero Elías. Ellos conforman Centro Unidos, un partido que describen como “un centro consistente y conciliador frente a los extremos”, y un equipo humano que promete mantenerse “unidos en colectivo para trabajar con humildad por el bien común, consensuando frente a las respetables diferencias ideológicas”.

No es el único partido nuevo que busca ubicarse en el centro. Fiorella Molinelli viene conversando con exfuncionarios y políticos de todo nivel, sobre todo mujeres. La lista tentativa empieza con una prominente expremier e incluye a la flamante presidenta de Essalud, María Elena Aguilar, así como a la exsecretaria de Comunicación Social de la PCM, Zendy Manzaneda Cipriani. Figuras femeninas para una propuesta que se llamaría Confianza Perú.

Por su lado, Roberto Chiabra ya ultima los detalles de Unidad y Paz, partido que ya está en la recta final de la formalización. Y, a propósito de los 25 años del fin de la guerra con Ecuador, Chiabra prepara una publicación bibliográfica que dará que hablar. En el ínterin aprovechó en reunirse con personajes de todas las tiendas políticas. Incluso con el APRA, con quien lo unía el pasado de su padre, el militante fajista del Callao (de la entonces Federación Aprista Juvenil - FAJ) y diputado aprista Mario Chiabra. Lamentablemente, un alto dirigente de la estrella le bajó el dedo por haber sido exministro de Toledo.

Otro personaje que aspira a la presidencia es el exalcalde de San Juan de Lurigancho por Somos Perú, Mauricio Rabanal, apoyado por el psicoanalista César Rodríguez Rabanal y frecuentado por el economista Pablo Secada.

La lista la completan las excongresistas de Fuerza Popular Yeni Vilcatoma y Rosa Bartra. También el excongresista Omar Chehade; el exalcalde de Lima Ricardo Belmont; el exempresario aeronáutico Carlos Morales (Salvemos al Perú) y el regreso del pescadito del Frepap.

En el ala izquierda, destacan Verónika Mendoza, Guido Bellido (Pueblo Consciente), Guillermo Bermejo (Voces del Pueblo), Antauro Humala (A.N.T.A.U.R.O.), Arturo Ayala (PTE: Trabajadores y Emprendedores), Roberto Sánchez (Juntos por el Perú) y un largo etcétera. Hay, además, personajes como Carlos Neuhaus, artífice de los Juegos Panamericanos; el rector de la UNI y viajero a Rusia, Alfonso López-Chau; y el periodista Carlos Espá, quien ha recibido las felicitaciones de su amigo, Álvaro Vargas Llosa, por fundar el partido Sí Creo.

También hay algunos aspirantes aún por clasificar, como el exmarino Herbert Caller (PPP), Wilson Aragón (Perú Moderno), Charlie Carrasco (Unido Perú), Walter Chirinos (PRIN), Julio Tovar (Adelante Perú) y el anunciado partido Ciudadanos por el Perú, creación del hermano presidencial Nicanor Boluarte. Acaso uno de los más insospechados sea Primero la Gente, el partido del aprocastillista Miguel del Castillo y la izquierdista Susel Paredes, una agrupación que ya cuenta con el apoyo de los periodistas progresistas que trabajan para Del Castillo en el canal Nativa TV. Dios no los junta, dice el dicho.