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Raúl Diez Canseco: “El diálogo entre sordos pudo traer abajo al país”
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En el último piso del edificio más alto de la Universidad San Ignacio de Loyola, en La Molina, nos recibe Raúl Diez Canseco. Rodeado por fotografías que muestran el recorrido de su vida política y empresarial, el exvicepresidente (2001-2004) destila comodidad. Está en su lugar seguro, donde todo controla. Todo lo contrario a lo que ocurre en Acción Popular (AP), donde, como él mismo reconoce en esta entrevista, hay divisiones y contradicciones internas. Apenas nos recibe, Diez Canseco comenta la noticia del momento, la ebullición en Chile y la compara con el Perú: “La suerte de nuestro país es que nuestra olla ya está despresurizada. Vizcarra destapó la olla de la corrupción. Si no lo hubiera hecho y no hubiera gente presa o sentenciada, olvídate de la primavera chilena. Otro punto es que el 70% de los peruanos son informales, en Chile es todo lo contrario. El peruano emergente y emprendedor no va a dejar que le quites nada”.
¿Crees que el Perú de hoy está en una mejor situación que antes de la disolución del Congreso?
Definitivamente, porque en el Perú hoy en día se vive un aliento de esperanza. Cuando te dan la oportunidad de volver a expresarte, en este caso a través de una elección, puedes demostrar tu aporte con tu voto y apostar por nuevas caras, nuevas generaciones que yo siempre sostengo que tienen que ser jóvenes con experiencia, pero con valores y decisión. Porque si no tienes experiencia, te van a utilizar; si no tienes valores, te pueden corromper; y si no tienes convicción para trabajar, se te van a pasar los 15 meses.
La bancada que tenía AP en el Congreso considera que la disolución es arbitraria. Incluso votaron a favor de la suspensión del presidente Vizcarra. ¿Hay discrepancia sobre ese tema?
No, mire, hay que ser pragmáticos en la vida. ¿Qué saco yo diciendo lo que debió o no debió ser? Solamente sé, mirando mi cronograma, que faltan tantos días para una elección (de 2020) y si no pongo a mi mejor gente, como el equipo de fútbol de Gareca, no va a haber goles. Entonces, yo creo que perder tiempo hoy… La historia juzgará, eso sí es importante, pero que nadie se rasgue las vestiduras porque hay muchos culpables en ese desencuentro que pudo haber traído abajo al país por irresponsabilidad de un diálogo de sordos.
Estando en la misma posición de Vizcarra, ¿habría usted hecho lo mismo?
¿Yo? Jamás. Yo he sido formado por Fernando Belaunde. Él fue dos veces presidente con Congresos en contra. En el primer gobierno le tumbaban el gabinete cada cuatro meses. No había ese voto de confianza y la mayoría era aprista-odriista. Ni por un segundo se le pasó a Belaunde cerrar el Parlamento. Concilió una y otra vez, pero justamente ahí está el ejemplo. Como no entendió la oposición, ¿qué pasó después? Golpe militar. ¿Tiene que venir un árbitro de afuera que nos puede violentar las leyes para llamarnos la atención? ¿O queremos nosotros por las buenas sacar al Perú adelante?
¿A qué atribuye usted este renacer de Acción Popular? La verdad es que hace unos años no tenía la posición que tienen ahora.
Yo creo que aquí hay una sola palabra que define qué es lo que está pasando: Belaunde. Todos los presidentes últimos están presos o denunciados, ¿desde cuándo? Desde que se fue Belaunde. El elector comienza a analizar. ¿Dónde están la docencia y la decencia? Se prendió la luz y no le quiero quitar mérito a que tuvimos un buen candidato. Barnechea supo traer a escena la limpieza de Belaunde. Barnechea sacó 6% o 7% y puso haber sacado mucho más. En política, los errores se pagan. Después vino la elección municipal, a pesar de estar todavía medio desarmados porque no pudimos tener elecciones internas por gente equivocada del partido que hasta con amparos nos pararon procesos electorales internos. Convencimos a Jorge Muñoz. Se inscribió en Acción Popular y subimos.
¿Y cómo se desenvolverán en los comicios de 2020?
Vamos a tener que sacar de nuevo la trayectoria. Esa palabra que está en desuso pero que mi padre me la inculcó de pequeño, como el honor, la decencia y la docencia. Y creo que ahí la lampa va a volver a ponerse a trabajar.
¿Cómo van a lograr esto si, dentro del propio partido, esto no es secreto, hay divisiones fuertes? Han tenido problemas para nombrar un presidente…
Todavía no hemos elegido. Hemos tenido que postergar la elección esa.
Si tienen problemas para gobernar el partido, ¿cómo van a gobernar el país?
Qué bonito que usted reconozca que se llama Acción Popular. Usted no me ha dicho convento de San Francisco. No somos un convento de monjas. En un partido democrático hay discrepancias, pero no hay odios. Belaunde nos enseñó hasta el cansancio que en una contienda podemos tener enfrentados ocasionales, pero cuando nos vamos a la elección, nos vamos juntos. En la elección del 26 de enero (2020) no están en juego los partidos ni la democracia; lo que está en juego es el país. El futuro de mis hijos, de los tuyos. ¿Qué queremos que pase en el bicentenario? ¿Un país destrozado, dividido o un país armónico con libertad, democracia, crecimiento, solidaridad? Eso es lo que está en juego.
Ahora, más allá de las divisiones que pueda haber…
No, es que sí las hay.
Pero también hay diferencias incluso a nivel programático. ¿Cuál es la ideología del partido?
Hay que tener mucho cuidado. Estamos hablando de un partido que nunca promovió la lucha de clases. Que nunca estuvo con las derechas ni con las izquierdas ni con los marxistas ni con ese liberalismo salvaje. Belaunde dijo adelante.
Entre quienes aspiran a tener ese rol protagónico en Acción Popular, ¿por qué cree usted que está más calificado que, por ejemplo, el señor Barnechea?
No, Alfredo es un tremendo hombre culto y estudioso. Yo jamás voy a decir que estoy preparado mejor que nadie. Lo único que puedo decir es que sí tengo un privilegio: yo recorrí el Perú con Belaunde. Yo aprendí a través de los ojos de Belaunde.
En estos días, algunos de sus correligionarios han deslizado la posibilidad de que el expremier Salvador del Solar vaya con Acción Popular. ¿Cómo toma usted esta posibilidad?
Yo pienso que las puertas del partido están abiertas y Salvador no hizo una mala gestión. Una barbaridad que no lo dejaran entrar al Congreso. Y si hay gente en el partido que cree o de repente él (Del Solar) mandó a decir a través de otros que le gustaría venir, que lo haga. Que se inscriba como hizo Jorge Muñoz. Para ser candidato a Lima, Muñoz tuvo que ir a una elección interna.
Los congresistas de AP votaron a favor de la elección del TC y de Ortiz de Zevallos. ¿Cómo califica su desempeño?
Estoy orgulloso de mi partido porque fueron elegidos cinco y llegaron hasta el final los cinco. No fuimos vientre de alquiler, no nos cambiamos de camiseta. Veinte en conducta. Lo segundo es que cada uno tiene su manera de pensar porque esos eran temas de identificación personal. Yo creo que fue un error haber precipitado la elección del Tribunal Constitucional, no me cabe la menor duda.
¿Cómo vislumbra un gobierno suyo? ¿En economía, quisiera un Estado que intervenga más o más bien un Estado más limitado?
Lo primero es fortalecer el Estado, que se haga respetar. Que los peruanos aprendamos a respetar las leyes, que no están pintadas. Dos, que la economía de competencia no avasalle el más fuerte con el más débil. Tres, que se preocupe mucho por dar oportunidades para todos. Belaunde siempre decía que necesitamos un país socialmente responsable y, cuando hablaba de oportunidades, no decía ‘quítale a este para darle al otro’. La cuestión es hacer infraestructura, que se respeten las reglas de juego, promover el desarrollo.
Está clara su visión en términos económicos, pero en términos de libertades civiles, ¿está usted a favor del matrimonio igualitario, el enfoque de género?
No, yo no voy a entrar a esos temas tan controversiales que inclusive la Iglesia católica te dice cuidado con lo que estás hablando. Yo soy de las personas que respetan mucho las costumbres, las leyes y mi fe es profundamente católica.
Entonces, no estaría a favor de la unión civil…
Igualdad de derechos, ¿por qué no? Todos los que deciden porque les provoca una vida común tienen que tener el marco legal que respete todos sus derechos.
¿Sobre el enfoque de género?
Eso está muy manoseado, pero sí le puedo decir que lo que nos ha demostrado la historia es que atrás de una corrupción generalmente no hay una mujer.
Y Susana Villarán, Keiko Fujimori…
Sí, bueno, eso lo determinará la justicia. Yo lo que te quiero decir es que tiene que haber igualdad de oportunidades. Ahí sí lo suscribo hasta con los ojos cerrados.
Usted es fundador de USIL y en Perú hay políticos vinculados a universidades que las han usado como una plataforma para el clientelaje. ¿Puede garantizar usted que su caso será diferente?
Usted tiene que valorar la historia de cada persona (...) Siempre hemos tenido la filosofía de que la única manera de terminar con la pobreza es con la educación. Lo que yo quería es que la igualdad de oportunidades funcione, eso fue mi vida. Lo que yo quisiera suplicarle a la prensa es que no metan a todos en un mismo saco. Si hay un político corrupto, no es que todos los políticos seamos corruptos.
“Yo conocía a Toledo el bueno”
Usted fue vicepresidente de Alejandro Toledo. En retrospectiva, por lo que sabemos hoy, ¿cree que fue un error ir con Toledo en 2001?
En esto siempre hablo de dos tiempos. El tiempo que me tocó vivir a mí es el de Toledo el bueno. ¿Quién era? El que conocí en Cabana, un joven de una familia de 18 personas de las que murieron más de la mitad por la anemia y la extrema pobreza. Yo conocía a la tía de Toledo, una humilde campesina, y el papá de Toledo era un albañil. Además, yo fui candidato con la bendición de Belaunde porque yo era de AP. Yo tengo una resolución firmada de puño y letra por Belaunde que me da la autorización para ir a esa campaña. Allí estuve dos años, dejaba trabajar a sus ministros, hasta que alguien le vendió la idea equivocada a Toledo de que yo lo quería sacar y comenzaron a tener actitudes de enfrentamiento conmigo, denuncias horrorosas que después les gané en el Poder Judicial porque era una infamia.
¿Nunca sospechó de la corrupción rampante?
No, porque me hubiera ido antes todavía. Por eso hablo de Toledo el bueno.
Usted ha remarcado que es muy católico. ¿Qué rol cree que debe tener la religión en la política?
Valores. Quien no tiene valores no debe estar en política. En la política uno viene a servir a los demás. Belaunde decía que todos los políticos deberían tener un solo uniforme: el poncho. Yo un día le digo ‘¿por qué, presidente?’. ‘Porque no tiene bolsillo’.
TENGA EN CUENTA
* Raúl Diez Canseco es hijo de la prima hermana del expresidente Fernando Belaunde Terry. Comenzó su carrera política en el segundo gobierno del exmandatario acciopopulista (1980-1985) cuando Violeta Correa lo convocó para implementar un programa social.
* En el gobierno de Alejandro Toledo, se desempeñó como vicepresidente hasta 2004, cuando renunció.
* Diez Canseco acaba de presentar un libro que recopila artículos y discursos de Fernando Belaunde titulado Belaunde, la palabra presente.
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