INSPECCIÓN. En su segundo día de representación, Soto visitó ayer la escuela de oficiales de la PNP. (FOTO CONGRESO)
INSPECCIÓN. En su segundo día de representación, Soto visitó ayer la escuela de oficiales de la PNP. (FOTO CONGRESO)

Mientras pasa sus días de representación en Cusco, culpando a la prensa de sus males, Alejandro Soto parece complicar aún más su ya difícil situación. La Procuraduría General del Estado (PGE) denunció ayer ante la al presidente del Congreso y solicitó que se inicien las investigaciones preliminares por el presunto delito contra la administración pública en la modalidad de concusión.

Un informe periodístico dio origen a este pedido de la PGE. El programa Cuarto poder reveló el último domingo que trabajadores del despacho de Soto hacen uso de cuentas falsas en Facebook y actúan como trolls para responder a las críticas y limpiar la imagen del hoy titular del Parlamento. El reportaje, además, deja ver chats de WhatsApp que probarían que estos trabajadores financiaban con aportes, que ellos mismos reconocen como “voluntarios”, el pago de publicidad en las redes sociales a favor de su jefe.

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La solicitud de la Procuraduría agrava la situación del cuestionado parlamentario apepista, según explica Andy Carrión, especialista en temas penales. “Aquí, además del delito de concusión, y respecto de eso ya tenemos un caso parecido como el de Katy Ugarte, se configura también el de peculado. En este delito no solo se habla de la disposición de bienes u objetos para una finalidad distinta a la de la administración pública, sino también entran en este marco los trabajadores; en este caso sería usar a los trabajadores de su despacho para una finalidad distinta como manejar cuentas trolls o hacer un tipo de publicidad, finalidades que no se enmarcan dentro del propio ejercicio de la función congresal”, señaló a Perú21. El delito de concusión se castiga con prisión de entre 3 y 10 años.

LE PEGA A LA PRENSA

Pasados dos días, y lejos de defenderse de esta nueva denuncia periodística, el presidente del Congreso intentó responsabilizar a la prensa del complicado momento que vive. En una entrevista a una emisora cusqueña, Soto aseguró que no dejará el cargo “por una renuncia voluntaria” y minimizó al periodismo. “La prensa limeña me sigue dando duro, pero se equivocan conmigo, porque poco o nada me interesa lo que ellos digan. Los periodistas no votan en el Congreso”, dijo a RTV El Diario del Cusco.

Muy seguro por esas horas de que nada podría alejarlo del cargo, el apepista se atrevió a decir: “...¿con los cuestionamientos qué van a lograr? Con eso me descalifican como persona, pero eso no va a decidir mi futuro como presidente del Congreso. Duela a quien le duela yo he sido ungido presidente del Congreso”. Horas después se pronunciaría la PGE.

En medio de la eventual presentación de una moción de censura contra Soto, Arturo Alegría, vocero de Fuerza Popular, aseguró ayer que su bancada no apoyará este pedido, y cuestionó la objetividad de Roberto Sánchez, impulsor de esta moción. Horas antes, sin embargo, la integrante de su propio grupo parlamentario, Patricia Juárez, había indicado que si la moción se presentaba, esta iba a ser evaluada.

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