Sentados ahí, algunos con poses de ministros y otros como si se tratara de una asamblea de padres de familia, uno los escucha y se pregunta qué hacen ahí sentados. Las comisiones empezaron a instalarse en el Congreso y algunos de sus presidentes no ocultaron su desconocimiento del sector que tendrán a su cargo.
Ya varios de ellos estaban descalificados moralmente para asumir las comisiones por las investigaciones que cargan sobre sus espaldas, pero las consecuencias de la repartija los impusieron en la mesa principal de los grupos de trabajo.
Segundo Montalvo, que ya en el último periodo anual de sesiones pasó sin pena ni gloria por la presidencia de Fiscalización, asumió ayer la Comisión de Educación, Juventud y Deporte. En su discurso, el legislador de Perú Libre tocó distintos temas que su comisión no podrá resolver, pues son de responsabilidad del Ministerio de Educación, como erradicar el analfabetismo y promover la modificación de la currícula de la educación básica.
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Un discurso vacío el de Montalvo, quien no abordó los puntos principales de la problemática educativa y prefirió obviar lo necesario que representa para el proceso educativo garantizar la meritocracia, una palabra que nunca pronunció. Tampoco se refirió a normas cuestionadas, como la que permite el licenciamiento permanente de las universidades, de reciente aprobación.
Una desafortunada presentación que permitió demostrar que el perulibrista de Educación sabe casi nada y que la presidencia de la comisión parece haber caído en manos equivocadas. Montalvo no concluyó sus estudios de Derecho.
“Esta es la selección”, dijo Luis Picón, convocado por la justicia por un delito de negociación incompatible, del cual fue declarado culpable y tiene una sentencia suspendida. “Esta es la selección”, señaló al posar con sus compañeros de comisión. El congresista de Podemos Perú, la bancada de José Luna, la que no exige antecedentes policiales de ingreso a sus integrantes y que decidió, ahora, apuntar a,l mercado de las clínicas y las medicinas, se encargó ayer de instalar la Comisión de Salud, ese apetitoso grupo de trabajo que presidirá en los próximos meses.
A Picón le escribieron un discurso como si fuera ministro de Salud, pues, al igual que Montalvo, abordó problemas del sector que están en manos del Minsa resolver. “Hay que trabajar para que la salud llegue a todos los peruanos. Vamos a impulsar proyectos de ley que permitan que la salud sea realidad en el mediano plazo”, dijo poniéndole sello a la naturaleza populista de su partido.
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Ilich López, investigado por el caso Los Niños, y presidente de la Comisión de Economía, instaló su grupo de trabajo declarándole la guerra al gota a gota.
“No podemos permitir que la delincuencia le haga el mercado a los informales”, indicó el acciopopulista, quien sintiéndose aludido rechazó que exista alguna repartija en la distribución de las comisiones.
López propuso incentivar el consumo privado, fortalecer las microfinanzas y promover la infraestructura.
Guillermo Bermejo tampoco tiene agenda. El flamante presidente de la Comisión de Pueblos Andinos tuvo un discurso que fue solo un saludo a la bandera. Investigado por su presunta afiliación a Sendero Luminoso, el congresista de Juntos Por el Perú-Voces del Pueblo, quien en épocas electorales organizó a las bases cocaleras para apoyar la candidatura de Pedro Castillo, prometió ser lo más democrático posible y presentar su plan de trabajo en la siguiente sesión. Se teme que favorezca a los cocaleros desde su nuevo cargo.
Nada idóneos
Para Alejandro Rospigliosi, abogado constitucionalista y experto en temas parlamentarios, esta legislatura está mostrando la poca idoneidad de los congresistas que tienen a su cargo las comisiones.
“El Congreso y la práctica parlamentaria establece que las presidencias de comisión deben estar integradas por parlamentarios con formación y experiencia laboral en las competencias y materias propias de cada comisión. Eso no está sucediendo en la presente legislatura, porque vemos una serie de parlamentarios con cuestionamientos éticos, morales, investigaciones fiscales y, además, sin la experiencia laboral o la formación profesional en dicha comisión. Los proyectos de ley pueden debatirse y aprobarse en su gestión o simplemente irse a la congeladora sin siquiera debatirse; por ello, la presidencia de comisión es muy importante para aprobar determinados proyectos de ley o para evitar que estos se aprueben“, explicó el especialista a Perú21.
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