La bancada de Perú Libre es la que ha sufrido el mayor número de deserciones en este Congreso. (Foto: César Campos/@photo.gec)
La bancada de Perú Libre es la que ha sufrido el mayor número de deserciones en este Congreso. (Foto: César Campos/@photo.gec)

Si algo ha puesto en evidencia la última elección de la Mesa Directiva y la recomposición de las comisiones legislativas para el período 2023-24 es que en este se ha acelerado una suerte de transfuguismo que responde a intereses personales y que desnuda la crisis que atraviesan los partidos políticos.

A dos años de haber iniciado sus funciones, el actual Congreso —que se estrenó con 9 bancadas y 4 legisladores no agrupados, en julio de 2021— tiene ahora 12 bloques y 9 parlamentarios sueltos en plaza. El grupo más afectado, sin duda, es , que ha perdido al 68% de sus integrantes y se ha convertido en la matriz de bancadas apéndices o pequeños clubes de amigos, algunos de los cuales, como Integridad y Desarrollo o Perú Democrático, han desaparecido en el tiempo debido a la ausencia de puntos ideológicos comunes entre sus miembros.

De los 37 perulibristas que fueron en la partida, hoy solo quedan 12. Los otros 25 están dispersos en el Bloque Magisterial, Perú Bicentenario, Unidad y Diálogo Parlamentario, o cobijados como inquilinos precarios en Cambio Democrático-JPP. Otros más buscan agruparse como Nueva Constitución Socialista, pero todavía no tienen luz verde.

ANTECEDENTES

La deserción de los cerronistas empezó apenas cuatro meses después de estrenadas las curules. Los primeros en partir fueron Guillermo Bermejo, Betssy Chávez y Hamlet Echevarría, en diciembre de 2021, y un mes después Roberto Kamiche. Todos juntos recalaron en el llamado Perú Democrático que hoy ya es historia.

El quiebre más fuerte, sin embargo, sobrevino en mayo de 2022 con la renuncia de 10 legisladores allegados al golpista Pedro Castillo y hoy constituidos en el Bloque Magisterial. Un tercer golpe se dio en junio de 2022, otros cinco congresistas cogieron maletas para formar Perú Bicentenario. La fractura más reciente data de julio: de los 16 que quedaban, hoy sobreviven 12.

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Esta descomposición, sin embargo, no es exclusividad de Perú Libre. Alianza para el Progreso se ha quedado con 11 de los 15 que arrancaron, Fuerza Popular ha expectorado a los hermanos Luis y María Cordero y otros como Podemos o Juntos por el Perú han casi duplicado el número inicial de sus miembros acogiendo a los disidentes de otros bloques.

“Las bancadas en el Congreso son un reflejo de la situacion de los partidos, de su estabilidad, de su coherencia interna; si un partido ha logrado hacer una buena selección de candidatos y mantiene una relacion fluida con los elegidos, esta se mantendrá unificada y viva; caso contrario, se convierte en una bancada muy frágil que se puede romper en cualquier momento”, sostuvo el jefe de la Misión Perú de Idea Internacional, Percy Medina.

A partir de lo ocurrido en las dos últimas semanas, Medina opinó que el Parlamento tendría que retomar el análisis de algunas disposiciones que eviten esta dispersión congresal. “Estamos como en un juego de sillas musicales que arranca una vez que termina la legislatura, todo el mundo evalúa si se queda o se va, con quiénes hace bancada y esto se convierte en una feria. Hay bancadas que no duran nada, no son referente político, solo un mecanismo para tener oficinas, asesores”, agregó. Y este Congreso, como va, no hace, sino darle la razón.

Sabía que

Saltimbanquis. Juan Burgos, Héctor Valer, Kira Alcarraz y Esdras Medina son algunos de los congresistas que cambiaron de bancada más veces.

Vergüenza. Este Congreso tiene dos exintegrantes presos: Wilmar Elera, sentenciado a 6 años de prisión y Fredy Díaz acusado de violación.

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Fernando Rospigliosi