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[Perfiles21] Richard Arce: “Tenemos un Congreso cómplice”
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“Mi pasión es acompañar a comunidades en pie de lucha”, dice el excongresista Richard Arce a la vez que confiesa su pretensión por llegar al gobierno nacional. Ingeniero de profesión, político de corazón y en paralelo a todo, algo así como un cura rebelde. Arce creció en Andahuaylas, Apurímac. Pasó su infancia entre el colegio estatal y la tienda mayorista de sus padres, donde, junto con sus tres hermanos, estudiaba cuando no había muchos clientes que atender.
Fue su madre quien lo acercó a la labor social en las cárceles desde muy pequeño, llevando víveres a los presos. Y luego, en los inicios de su adolescencia, las hermanas salesianas, aparte de formarlo católicamente, le enseñaron a hablar en público: “Vencí mi timidez. Sor Raquel me enseñó oratoria, además de catequesis, y siento que allí aprendí a hacer política”.
Familia y formación
El ambiente era acogedor pero muy ligado a la actividad económica. Sus padres, quienes habían terminado con suerte la secundaria, tenían una pequeña empresa a la que le fue muy bien. “Fue por eso que pude estudiar en la Universidad de Lima, aunque fue difícil, porque no tenía buena base”, explica.
Pese a que fue siempre el primero de la clase en el colegio, supo cuando llegó a la capital que el nivel escolar en Andahuaylas era bajo. Pero su viaje a Lima tenía, al principio, otra finalidad. Richard Arce quería ser sacerdote. El desarrollo social que vivió junto a su madre, sumado a la formación de las salesianas, había calado en él. “Intenté ser cura a los 16, pero no aguanté”, dice riendo. Recuerda que un padre polaco le dijo que no se preocupara, que podría servir a Dios de otra manera.
Tras estudiar Ingeniería Industrial, lo contrató la Cooperación Belga y desde Europa logró el financiamiento para varios proyectos en Latinoamérica; uno de ellos había sido solicitado por el mismo sacerdote polaco que le dio alas para dejar el seminario. “Él no me reconoció, pero cuando le recordé lo que me dijo, nos abrazamos”, cuenta ahora emocionado.
Camino al centro
La ayuda que lograba para financiar proyectos desde Europa lo acercó a la realidad peruana una y otra vez. En 2010 volvió para postular al Gobierno Regional de Apurímac. No lo logró, pero pudo estar con su padre por diez meses, discutiendo de política a diario –como les gustaba–, antes de que se lo llevara un infarto fulminante. Agradecido con las casualidades, se hizo cargo del negocio por un corto periodo y continuó con una carrera política que hoy lo impulsa a querer postular a la Presidencia de la República.
Con la experiencia de haber sido legislador en el periodo interrumpido por la disolución del Congreso en setiembre de 2019 y el amplio recorrido como asesor en comunidades –sobre todo las relacionadas a la actividad minera–, Richard Arce siente que tiene la madurez política para darse una oportunidad: “Para salir de esta crisis, hay que consolidar con las fuerzas que quedan… La próxima campaña no será una contienda de derechas o izquierdas, sino del que logre generar esos espacios de consenso. Un centro de consenso”, asegura.
La izquierda de castillo
Richard Arce, quien ha estado en las filas del Frente Amplio y Nuevo Perú – hasta que Verónika Mendoza hizo alianza con Vladimir Cerrón y Gregorio Santos– sabe que la izquierda saldrá muy golpeada después de la experiencia con Pedro Castillo: “Los anales de la historia dirán que en el bicentenario del Perú se tuvo un presidente de izquierda, pero allí nomás van a poner, de izquierda y corrupta. Ese creo que va a ser el título cuando se hable de Castillo”, dice, y, sin embargo, explica que no cree que este sea un gobierno de izquierda.
“Son, en todo caso, una izquierda trasnochada, anacrónica y corrupta… Hay suficientes evidencias para que se le pueda sancionar desde el juicio político y, no obstante, tenemos un Congreso cómplice, que no asume su responsabilidad”. Para Richard Arce, a más tardar tendremos nuevas elecciones para el 28 de julio de 2023.
Chispazos
¿Pedro Castillo es un corrupto? “Castillo es corrupto, irresponsable, incapaz e incompetente. Ha generado un gobierno en el que hay corrupción, después de la repartija de los puestos. Están comprando los espacios con gente incompetente y eso es corrupción, porque se contrata a operadores, a gente dispuesta a todo”.Si se acorta el periodo presidencial, ¿con qué mecanismo sería? “Hay que entender que se ha hecho una campaña de confrontación desde Palacio y eso cala sobre todo en sectores radicales. Hay un sector en el sur que respalda a Castillo, más allá de las denuncias de corrupción. Creo que habrá una protesta popular y se va a desencadenar luego de la entrega de Silva”.¿Quién da más miedo, la izquierda radical o la derecha radical? “Ambos, son dos caras de la misma moneda y lo hemos visto en el Congreso, como se une la extrema izquierda de Cerrón y la extrema derecha de RLA o el Fujimorismo para tumbarse grandes conquistas como los derechos de las minorías, la educación con enfoque de género, la Sunedu, la reforma del transporte. Se han juntado para las contra reformas”¿Cree que hay verdad en el ‘terruqueo’ a la izquierda que hoy nos gobierna? “Sí, es algo innegable. Hay muchos militantes del Movadef que están en el gobierno, o sea senderistas. No habrán actuado con la violencia de sus predecesores, pero en una democracia deben estar proscritos. No es terruqueo, es realidad y con ello podemos mencionar al exministro Íber Maraví, que curiosamente siempre estaba en los atentados. Qué coincidencia, ¿no? Fíjate cuánto desparpajo”.
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