Más de 70 dirigentes de la Macrorregión Sur del Perú acordaron retomar la huelga indefinida a partir del 4 de enero de 2023, fecha en que vencía la tregua acordada con el gobierno de Dina Boluarte. El acuerdo fue adoptado por autodenominados representantes sociales de Madre de Dios, Apurímac, Puno, Tacna, Moquegua, Ayacucho, Cusco, Ica y Arequipa tras una reunión realizada el miércoles en esta última ciudad.
Según un acta firmada tras la asamblea llamada Primer Encuentro Macrorregional de Organizaciones Sociales, Rumbo al Paro Nacional, los organismos piden la disolución del Congreso y la renuncia de Boluarte, así como su sanción penal por supuestos delitos de lesa humanidad.
También el adelanto de elecciones para 2023, de la mano de una Asamblea Constituyente y la liberación del expresidente Pedro Castillo.
“En estas regiones decretadas en insurgencia no se permitirá la presencia de ministros o representantes del gobierno ilegítimo de Boluarte (...). Todo policía o militar infiltrado será capturado y ajusticiado”, se lee en un lamentable comunicado de los violentistas.
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La jefa de Estado lamentó el anuncio del reinicio de las protestas. Ayer, desde Cusco, señaló que son “pretextos para fomentar el caos” y pidió evitar el bloqueo de carreteras. “Soy una mujer provinciana demócrata. ¿Por qué se enojan conmigo, compañeros de izquierda?”, sostuvo.
Perú21 intentó contactar a los congresistas que representan a las regiones involucradas (ver recuadro). Solo uno contestó. “Yo iría a mi región (Puno) a conversar si se dan las condiciones... esto puede terminar muy mal porque hay infiltrados relacionados al terrorismo”, dijo Jorge Luis Flores, de Acción Popular.