El fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, descartó la existencia de presiones detrás de la decisión de disponer el retorno del fiscal Ricardo Rojas León a su plaza titular en la Primera Fiscalía Provincial Penal de Lurín.
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"Yo no acepto presiones de ninguna índole", aclaró Pablo Sánchez, según un comunicado del Ministerio Público.
Pablo Sánchez explicó que el fiscal Rojas fue asignado para ver un caso determinado, como es el caso de presunto lavado de activos contra la primera dama, Nadine Heredia. Pero al haber sido archivado —vía una acción de amparo— el magistrado ya no tenía casos y debía retornar a su fiscalía de origen en Lurín.
De otro lado, Pablo Sánchez lamentó la filtración a la opinión pública de la información brindada por dos colaboradores eficaces en el proceso de investigación seguido a Nadine Heredia.
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"Cuando se filtra una información de esa naturaleza se pone en peligro todo el proceso de colaboración eficaz, pues lo que busca el colaborador es que no se le reconozca y deben adoptarse todos los mecanismos de protección necesarios", señaló Pablo Sánchez.
Pero el fiscal de la Nación aclaró que el proceso de colaboración eficaz siempre está abierto y dijo que toda la documentación con la investigación realizada por el fiscal Rojas pasará al fiscal Lizardo Pantoja, quien es fiscal titular especializado en lavado de activos.
De otro lado, dijo confiar en lo que resuelva el Tribunal Constitucional tras la medida de agravio constitucional presentada por el Ministerio Público contra los miembros de la Sala Superior para Reos Libres, que aceptó la acción de amparo presentada por la defensa de Nadine Heredia.
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"Si el Tribunal Constitucional resuelve que hay que continuar con el caso, entonces lo asumirá el fiscal competente en lavado de activos", sostuvo, asegurando de esta manera la continuidad en el ejercicio de las función autónoma del Ministerio Público.