La Banca Privada de Andorra (BPA) fue el destino predilecto de los fondos de algunos ex funcionarios, ahora investigados por el caso Odebrecht. Según el diario El País, medio español que accedió a los formularios que se llenaron para abrir cuentas en la BPA, Miguel Atala, ex vicepresidente de PetroPerú; Gabriel Prado Ramos, ex presidente de Emape; Edwin Luyo, ex integrante del comité de selección de la línea 1 del metro de Lima, entre otros, intentaron realizar millonarios depósitos en la referida entidad.
Miguel Atala, ex vicepresidente de la petrolera estatal durante el segundo gobierno de Alan García (2006-2011), abrió una cuenta en Andorra, la cual manejó entre 2007 y 2013, con el fin de ocultar montos de hasta US$10 millones, de acuerdo a El País.
En el cuestionario que le entregó la BPA, en octubre del 2007, al ex funcionario, se menciona que tenía la intención de ingresar a la banca entre US$1 millón y US$10 millones.
Atala argumentó que el dinero procedía de presuntos negocios agrícolas, inmobiliarios y textiles que mantenía. Además, anotó que contemplaba cobrar una comisión a “unos inversores brasileños” a través de Andorra.
Sin embargo, en abril de 2013, la BPA detectó que Atala era una "persona políticamente expuesta" por el cargo que había ocupado. A ello se sumó una acusación de 2009 por “ocultar libros de balance y la verdadera realidad económica de Petroperú durante cuatro años”.
Miguel Atala es investigado por el fiscal Hamilton Castro, líder del equipo especial Lava Jato, luego que el mismo medio español denunciara que recibió un depósito de US$1'300,000 en la mencionada cuenta de BPA, a través de Klienfeld Services, una de las firmas 'offshore' que utilizaba Odebrecht para pagar coimas.
Perú21 intentó comunicarse con Atala, pero desde su casa indicaron que no se encontraba y señalaron algún paradero
No es el único
Gabriel Prado Ramos, ex gerente de Seguridad Ciudadana, durante la gestión de la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán (2011-2014), planeaba ingresar por lo menos US$800 mil a la Banca Privada de Andorra (BPA), según el diario El País.
Según documento a los que accedió el referido medio, el ex funcionario se presentó ante la BPA como "consultor de empresas" y señaló como titular de su cuenta a la empresa Relton Holding SA.
Prado precisó que la referida compañía, que se creó dos meses antes en Panamá, iba a registrar una facturación anual de hasta US$800 mil. No obstante, en el escrito también se indica que el saldo que manejaría esa cuenta estaría entre US$600 mil y US$1 millón.
El País resalta que el también ex titular de la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape) fue “presentado” a la BPA por Aeon Group, que, según la Policía de Andorra, era "una de las sociedades utilizadas por Odebrecht para pagar sus sobornos".
Es importante señalar; sin embargo, que la cuenta de Prado Ramos solo registró un saldo de US$3,048.
Hace unas semanas, Gabriel Prado negó que haya aperturado alguna cuenta en el extranjero. "En lo que a mí respecta, nunca he firmado ni he abierto ninguna cuenta en el extranjero. Sí tengo dos cuentas en el país, (...) es más, autorizo públicamente el levantamiento de mi secreto bancario, de mis comunicaciones y de mi récord migratorio", dijo al diario El Comercio.
Perú21 se comunicó con Roy Gates, abogado de Prado, quien reafirmó lo dicho por su patrocinado. "Él (Gabriel Prado) ha negado que haya abierto alguna cuenta en la Banca Privada de Andorra", anotó.
Al consultarle por los formularios presentado por El País, Gates señaló que su defendido ya dio las explicaciones del caso ante el Ministerio Público.
"No le puedo dar detalles de la declaración porque es de caracter reservado, pero el niega que haya abierto cualquier cuenta. El Ministerio Público ya tiene la información. Él ha cumplido en brindar su manifestación y está prestando su total colaboración. Ante de que lo convoquen, él solicito ir a la Fiscalía para esclarecer", expresó a este diario.
Por otro lado, en el caso de Edwin Luyo, ex miembro del comité de licitaciones de la Línea 1 del Metro de Lima, tenía dos cuentas en Andorra: una ya conocida, pues Odebrecht confesó que envió depósitos, y la otra recién detectada en el Credit Andorra, en la que tuvo un saldo de US$1.2 millones.