Vladimir Cerrón, el prófugo exsocio político del golpista Pedro Castillo, cumple hoy cuarenta días en la clandestinidad y sin dar cara a la justicia que lo sentenció a 3 años y 6 meses de prisión por el delito de corrupción.
Pese a ello, el ministro del Interior, Vicente Romero, desestimó ayer lo dicho por el jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) de la Policía Nacional, general PNP Luis Flores, quien declaró y reafirmó que el fugitivo fundador de Perú Libre recibe protección de “gente de influencia” que le hace posible evadir a la justicia.
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El titular del Interior —cuya continuidad en el cargo se define esta tarde en el Congreso, con la votación de dos mociones de censura presentadas en su contra—, aseguró que Cerrón no ha fugado del país, que “está acá” y que “si se va a cualquier país del mundo, lo vamos a localizar”.
En ese contexto, confrontó abiertamente al jefe de la Dirincri y pretendió desautorizarlo. “El término de influyente me parece probablemente un improntus que ha tenido el señor general, no tengo esa información de cerca, pensaría más que ha sido un tema emocional, si queremos llamarlo así”, manifestó, sin exhibir pruebas que lo avalen en la que podría ser una de sus últimas declaraciones oficiales si 66 congresistas votan hoy por darle forata por supuesta incapacidad y falta de liderazgo para la lucha contra la delincuencia.
Si se aprueba la censura, Romero deberá renunciar al cargo dentro de las 72 horas siguientes.
Nueve de las 12 bancadas constituidas en el Congreso avalan las dos mociones de censura; ellas representan un total de 88 votos.