Por: Airon Nelson y Oscar Quispe
Miguel Castro Grandez se considera un guayacho (natural de la provincia de Rodríguez de Mendoza en Amazonas), pero en realidad nació en Chachapoyas, en 1974, y vivió desde 1993 en Lima.
Castro terminó la carrera de Derecho en la Universidad San Martín en 1998. Ese año conoció a su esposa de apellido Lay, con la que emprendió prósperos negocios.
El 2006 fue el año que Castro dio el gran salto en el mundo empresarial. Primero, fundó el estudio de abogados Castro y Lay. Meses después, ya en 2007, abrió la empresa de seguridad Goes, que mantiene hasta ahora.
En 2011, le entró el gusto por la política. Hizo un primer intento como candidato al Congreso con el número 2 con Fuerza 2011 por Amazonas. No lo logró. Sí en 2016.
METIÓ A SU FAMILIA
Para la campaña de 2016, Miguel Castro fue el número 1 en la lista de Amazonas, pero para tener ese lugar tuvo que pagar favores al partido fujimorista.
Utilizó a miembros de su familia para que aparezcan como aportantes de Fuerza Popular, a pesar de que los suyos no dieron ni un sol al partido.
Castro usó a sus dos cuñados Ángel y Ricardo, a sus sobrinos Richard López y Dayana Castro y, por si fuera poco, convenció a su madre María Grandez para que también aparezca en la lista de aportantes fantasmas. Hoy se arrepiente de sus actos.