“El tema de este encuentro moviliza todas nuestras sociedades y Brasil no es la excepción”. Esta fue una de las frases que dejó el presidente de Brasil, Michel Temer, durante su intervención en la VIII Cumbre de las Américas Lima 2018, en la que la discusión principal gira en torno a la corrupción en la región.
Temer, quien asumió el gobierno de su país tras la destitución de Dilma Rousseff en agosto del 2016, indicó que “la realización de la cumbre confirma la vocación de nuestra región para el diálogo y la cooperación, confirma nuestra determinación de actuar colectivamente en la construcción de sociedades más prósperas y más justas”.
“El tema de este encuentro moviliza todas nuestras sociedad y Brasil no es la excepción. No se puede tolerar la corrupción, que corroe destinos sociales, compromete la gestión pública y privada, obtiene recursos valiosos de educación, de la salud, de la seguridad. El combate a la corrupción, por tanto, es imperativo de la democracia”, manifestó.
El mandatario brasileño indicó que “la democracia es la mejor arma que tenemos para hacer frente a este mal”, ya que “solo la misma democracia produce instituciones autónomas e instrumentos eficaces para combate efectivo a los desvíos de conducta, a los desvíos de la función pública. En la democracia tenemos transparencia, prensa libre y una opinión pública vigilante, capaz de fiscalizar sin tregua, como debe ser, las acciones del poder público”.
Tras considerar que la región también requiere “cooperación estrecha entre nuestros países es la lucha contra los ilícitos transnacionales”, Michel Temer condenó “en los más fuertes términos” el asesinato de tres periodistas ecuatorianos, producto de los disidentes de las FARC, lo cual, dijo, “atenta contra la vida y la libertad de expresión”.
Expresó su rechazo al “inaceptable” uso de armas químicas en Siria, lo que produjo el ataque con misiles de Estados unidos, y criticó la situación de Venezuela.
“No puedo dejar de mencionar la crisis política, económica y humanitaria que atraviesa el país del vecino hermano. Tal como Colombia, Panamá y otros países, nosotros hemos acogido decenas de millares de venezolanos que buscan Brasil con sueños de una vida digna. Lo que es más espantoso es que tiempo atrás intentamos mandar remedios y medicamentos para Venezuela, lo que fue negado por el gobierno venezolano”, expresó.