Grupos aliados al Gobierno salieron a la calle para buscar enfrentamientos

La celebración del Día de la Independencia del Perú de este año comenzó bastante agitada. Dos grandes grupos de personas se organizaron y madrugaron para marchar en contra y a favor de la gestión del presidente Pedro Castillo.

Un encuentro inesperado entre ambos bandos se registró en la avenida Abancay, hecho que preocupó a la Policía, pues presagiaba disturbios y violencia. No se equivocaron.

Los seguidores del cuestionado régimen llegaron desde la plaza San Martín, mientras sus detractores desde Paseo de los Héroes Navales.

Apenas los dos grupos se cruzaron, comenzaron a lanzarse insultos. Los manifestantes usaron huevos, alimentos y hasta monedas para atacar a sus oponentes.

Por un lado, los pro-Castillo –integrantes de sindicatos que tienen las puertas abiertas en el Ministerio de Trabajo– pedían una nueva Constitución y el cierre del Congreso. El otro bando exigía la renuncia o vacancia del jefe de Estado ante las revelaciones de corrupción que lo comprometen.

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Los policías se colocaron entre ambas protestas para evitar altercados mayores.

Una vez más, los manifestantes que defienden a Castillo arremetieron contra la prensa con insultos y frases como “periodistas mercenarios” y “vende patria”, en línea con el mensaje a la Nación del mandatario.

Los medios de comunicación fueron los que destaparon los delitos en los que habría incurrido el presidente, lo que provocó que la Fiscalía le inicie cinco procesos penales.

Las ofensas verbales no cesaron durante todo el encuentro en la avenida Abancay, que finalmente terminó con la retirada de este grupo hacia la plaza San Martín.

Colectivos alineados

Culminado el discurso presidencial, los manifestantes de ambos bandos abandonaron la avenida para ubicarse en la plaza San Martín.

Por parte del sector afín al Gobierno, estuvieron colectivos como Agora Popular, Coordinadora Nacional, el Frenadip y una comitiva que aseguraba provenir del distrito de Oyotún, de Lambayeque.

Reunidos en la plaza, un grupo pro-Castillo bailó al son de canciones de Martina Portocarrero. Además, recibieron raciones de comida.

Mientras tanto, los movimientos opositores al régimen volvieron en menor número a la plaza San Martín y se diluyeron con el pasar de las horas.

Las fuerzas del orden acompañaron a ambas agrupaciones para evitar más enfrentamientos.

Sabía que

• Médicos se sumaron a la protesta y reclamaron al Gobierno la restauración de la Ley 2204 (contrato CAS-COVID), y por los despidos masivos.
• Los médicos de diferentes partes del país protestaron pacíficamente. Sin embargo, utilizaron un método bastante particular: se sacaron sangre de los brazos con jeringas y las dejaron caer sobre la pista esperando ser escuchados.

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