Pero Lula no contó con que los presidentes de Chile y Uruguay mostraran su disconformidad con su condescendencia con Venezuela. Por un lado, el mandatario chileno, Gabriel Boric, si bien señaló que saluda que Venezuela retorne a foros internacionales, remarcó que eso “no puede significar meter debajo de la alfombra o hacer de la vista gorda frente a temas que para nosotros son de principios e importantes”. En ese sentido, fue enfático en desmentir que la crisis venezolana sea una narrativa, como dijo Lula.