La aprobación de las leyes: cuando todos quieren salir en la foto [ANÁLISIS]

Hace algunos meses, a través del proyecto Parlamento Abierto, 50+1 logró identificar a los congresistas “más efectivos”, es decir, aquellos con un alto porcentaje de proyectos de ley aprobados respecto a los presentados. Esto, claro está, independientemente de la calidad del contenido. Entonces, el objetivo era tener un indicador de la capacidad del parlamentario para hacer efectiva su agenda legislativa.

El presente análisis va un paso más allá en la búsqueda de esos índices, porque lo cierto es que muchas de las leyes aprobadas en el Congreso de la República no son iniciativas individuales sino el resultado de la acumulación de varios proyectos de ley de diferentes parlamentarios sobre la misma materia.

Por ejemplo, en 2017 se aprobó la ley que regula el uso medicinal y terapéutico del cannabis, pero esta fue producto de la acumulación de nueve proyectos de ley distintos. En medio de una coyuntura particular de debate público sobre el uso de la marihuana, el Ejecutivo presentó un proyecto al que luego se sumaron ocho congresistas de diferentes bancadas. De estos ocho, tres fueron presentados un mes antes de su aprobación, cuando ya existían altas probabilidades de que así sea. En una primera evaluación, podríamos decir que cada uno de los congresistas logró que su propuesta fuera aprobada, sumando de esta manera puntos en su ranking de efectividad como legisladores. Una segunda evaluación, más detallada, relativiza esta eficiencia.

Si bien la gran mayoría de leyes aprobadas provienen de la autoría de un solo congresista, existen varias que son el resultado de la suma de proyectos. Llaman particularmente la atención aquellas leyes aprobadas que provienen de la acumulación de más de una decena de iniciativas, situación que describimos a continuación.

En el último año, 56 leyes aprobadas por el Pleno provienen de la acumulación de iniciativas. El gráfico adjunto muestra, por ejemplo, que 18 leyes fueron producto de dos proyectos. Asimismo, observamos, en la parte derecha del gráfico, que siete leyes aprobadas resultaron de la acumulación de 10 a 19 proyectos, por cada caso.

¿De qué trataban esos proyectos de ley en los que los congresistas estaban tan ansiosos de meter su cuchara? Resulta que la gran mayoría de esos proyectos de ley consistía en iniciativas del Ejecutivo, como parte de la reforma judicial y política. El cuadro adjunto muestra por eje temático el agrupamiento de los proyectos de ley en cuestión, temas sobre los que se otorgó la confianza al ser planteada por el Ejecutivo, lo cual significaba que los proyectos tenían altas probabilidades de ser aprobados.

Queda por investigar cuánto suman esos proyectos de ley al dictamen, la pertinencia de los tiempos de ingreso de los mismos o si es que (y la duda es legítima) estamos en algunos casos ante congresistas free-riders, es decir, que buscan subirse al coche del éxito de un proyecto de ley para sumar puntos en su récord.

- Se llegó a acumular 19 proyectos de ley para la aprobación de UN dictamen en el Pleno.

- 56 dictámenes aprobados provienen de la acumulación de proyectos.