Julia Príncipe: Funcionario que maltrató a la exprocuradora renunció

De todos los funcionarios del gobierno nacionalista que continúan laborando en el Ejecutivo, el caso que más llamó la atención para la oposición es el del exviceministro de Justicia Alfonso Garcés, recordado por preparar el camino para destituir a la procuradora Julia Príncipe solo por investigar las agendas de Nadine Heredia. Hasta este jueves, y luego de publicado un informe de Perú21 que daba cuenta de esta situación, Garcés fue el secretario general del Ministerio de la Mujer.

[Fernando Zavala anunció que Julia Príncipe presidirá el Consejo de Defensa Jurídica del Estado]

Un asesor del Gobierno se comunicó con este diario para informar que la titular del sector, Ana María Romero-Lozada, había aceptado –en horas de la noche– la renuncia de Alfonso Garcés.

Antes de conocerse esta decisión, Marisol Espinoza, vocera de Alianza Para el Progreso, y Víctor Andrés García Belaunde, vocero alterno de AP, habían coincidido en expresar que la designación de Garcés en dicho cargo era contradictorio con la actitud asumida por el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski de reivindicar a Julia Príncipe, quien presidirá el Consejo de Defensa Jurídica del Estado.

García Belaunde calificó de "burla" que la ministra Ana María Romero-Lozada haya designado como secretario general de su sector a alguien que maltrató a una funcionaria que cumplía su labor.

El vocero de PPK, Carlos Bruce, informó que los ministros evaluarán caso por caso la situación de los altos funcionarios de la administración nacionalista que continúan prestando servicios en este gobierno.

"A veces, cuando uno asume una función no tiene toda la información y esta recién va apareciendo con el transcurrir del tiempo. Creo que con la información a la mano, los ministros actuarán mejor", puntualizó.

Perú21 buscó el descargó de Garcés. En su despacho informaron que devolvería la llamada. No lo hizo.

En octubre de 2015, el entonces viceministro de Justicia, Alfonso Garcés, ofreció una conferencia de prensa para desacreditar a Julia Príncipe –quien investigaba las agendas– y la acusó de no decir la verdad cuando señaló que había pedido autorización por casos que afectaban su honor y que la estaban dañando.