“La PNP restablece el orden... pero de una pedrada se puede matar a alguien, incluso a un policía”.
“La PNP restablece el orden... pero de una pedrada se puede matar a alguien, incluso a un policía”.

El asegura que se ha iniciado un plan que causará un “trastorno” en la PNP con miras a frenar la corrupción que en pandemia, de manera directa o indirecta, puso fin a la vida de más de 500 policías.

Usted ha dicho que todos los días trata de hacer un solo equipo con la Policía, integrarse, pero aún no lo logra. ¿Por qué le es tan difícil liderarla a un mes de su designación?

Yo lo que debí responder es que le pregunten a la Policía. Lo que yo dije fue que cada día trato de construir un liderazgo. Uno se convierte en ministro o en lo que sea y no es de inmediato el líder de la organización. El título formal no infunde liderazgo, eso hay que construirlo. Yo creo que hay confianza de las personas centrales en la toma de decisiones del sector. Hemos empezado a mover las bases del ministerio hacia objetivos que creo que van a hacer la diferencia en el breve tiempo que voy a estar aquí.

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La palabra del ministro José Elice
Entrevistamos al ministro José Elice, que asegura que se ha iniciado un plan que causará un “trastorno” en la PNP con miras a frenar la corrupción que en pandemia, de manera directa o indirecta, puso fin a la vida de más de 500 policías.

¿La Policía ya lo empieza a ver como un líder?

Yo creo que la Policía ya me empieza a ver, mínimo, como un amigo, como un aliado. El ministro del Interior no es el jefe de la Policía. El jefe es el comandante general, pero el ministro es el que está a la cabeza del sector y es el referente de las funciones que la Constitución encarga.

Usted habla de las personas centrales del sector. ¿Quiénes son estas?

Está el comandante general de la Policía y su staff. Otros oficiales de diferente rango con quienes interactúo cada día. Otros oficiales con los que quiero sacar adelante el monitoreo y coordinación de las actividades policiales, y el fortalecimiento de la mujer policía. Y también con los oficiales que interactúo para ver el avance de las bases del proceso de modernización de la Policía.

¿Usted antes de aceptar el cargo qué relación tuvo con el ministerio o la Policía?

Muy poca. Yo he tenido una relación más con suboficiales de la Policía. Tuve una relación que no podría poner en mi currículo para ser ministro. Fui profesor en la Escuela Superior de Oficiales y en la Escuela de la Policía en cursos no policiales: ciencia política y teoría del Estado.

¿Por qué aceptó el cargo?

De los últimos ministros del Interior la mayoría han sido expolicías o militares y no creo que necesariamente hayan hecho la diferencia.

Yo no hablo por eso, le pregunto por qué usted aceptó el cargo...

Me siento parte de este gobierno. Yo no soy militante del Partido Morado, pero sí fui candidato invitado al Congreso, no fui elegido y se me invitó a ser asesor del grupo parlamentario. Francisco Sagasti era portavoz de la bancada. Yo creo que se hizo un buen trabajo. La responsabilidad de conducir al país bajo el liderazgo de Sagasti como presidente de la República es un reto que nos correspondía asumir a todos. En un momento difícil se me pidió que asuma el cargo y no tuve la menor duda de hacerlo. Nunca se me ha hecho gran ilusión ser congresista o ministro. Fui oficial mayor del Congreso, pero, además, he sido secretario de la Presidencia del Consejo de Ministros, he sido defensor del Pueblo adjunto, secretario general de la Presidencia de la República durante el gobierno de transición de Valentín Paniagua y he hecho consultorías. Yo no aparecí ayer, algo he hecho en la vida en mis 60 años.

Sagasti llegó al gobierno con un mensaje fuerte para la Policía. Este fue el de incorporar a gerentes públicos de Servir a la PNP para que se hagan cargo de las áreas que mueven el dinero dentro de la institución. ¿Cómo va el plan?

Hemos avanzado en ese proceso y hemos identificado un número de gerentes públicos que nos acompañarían en esta etapa. No hay tantos disponibles como pensábamos; con los que hay podemos iniciar.

¿Cuántos hay?

Nueve. Hay detalles burocráticos. El Estado peruano se ha ido complicando cada vez más en exigencias para puestos. Si eso hubiera sido para beneficiar a la ciudadanía, genial, pero algo está mal. Hay muchos requisitos y formalidades.

Los ciudadanos lo conocemos como burocracia.

La burocracia que impide a un ministro tomar decisiones. Es impresionante. Algo tenemos que hacer con esto para que cualquier ministro o presidente logre formar sus equipos.

¿Y podrá lograrlo durante su gestión?

Sí, es el objetivo. Tengo, además, pedidos de los jefes policiales de las regiones que solicitan gerentes públicos de Servir. Vamos a necesitar muchos.

¿Entonces con ese plan, usted cree, se podría dar el inicio del fin de la corrupción en la PNP?

Va a ser el inicio. No hablemos de forma fantasiosa. Acá lo que necesitamos es iniciar las cosas y dejar las bases para muchas más. El periodo es corto y los procesos son largos. Yo quisiera hacer todo más rápido, pero después mañana me van a acusar de muchas cosas.

¿Sus asesores le han informado cómo ha tomado un grupo de oficiales esta propuesta? Porque a fin de cuentas se les está quitando la administración del dinero de la PNP.

Si yo actuara pensando en eso, todo el día no haría nada. Es algo distinto de lo que se hacía acá, es cierto. Va a causar un trastorno, pero espero que sea positivo. Es cuestión de acostumbrarse. La hemos pasado tan mal por culpa de la corrupción que ha llegado el momento de decir basta. O vamos hacia adelante con otra mirada o nos quedamos donde estamos. La corrupción impide que la ciudadanía pueda gozar de mejores servicios y mejores prestaciones de salud.

¿Hay algún cálculo de cuánto ha perdido la PNP en el periodo de pandemia?

Hay que hacer ese cálculo. Ahora solo hay claridad de las consecuencias de la corrupción. Cuando yo llegué al ministerio, no era consciente de que habían muerto 521 policías. Eso no tiene perdón. La hipótesis es que fue por las malas compras, es imperdonable. Hay procesos penales abiertos. Ningún policía que yo haya escuchado justifica eso, hay una gran indignación. He hablado con las viudas y ellas atribuyen las muertes a esas circunstancias.

El viernes se anunció la llegada de la nueva variante del COVID-19. ¿Eso implicará nuevas medidas para la PNP?

La Policía se ha venido preparando. Hay en Puente Piedra (distrito) un centro de aislamiento que se va a utilizar intensamente. El equipamiento de protección es mejor. Se están diseñando nuevos procedimientos para intervenciones que eviten los contactos sucesivos. Las multas ya no se pondrán en las comisarías, será en el mismo lugar.

Entonces, ¿ya no vamos a ver a cinco policías persiguiendo a un infractor para detenerlo?

No, ya no. Incluso estamos preparando a la Policía para actuar dentro de las campañas políticas para que se cumplan las reglas sanitarias. Se pone multa, pero primero se exhorta.

¿A quién van a multar, al candidato?

Se pone multa a todo aquel que infrinja la ley –sin mascarilla, sin distanciamiento, etc.–. Es una línea delgada muy complicada. Hemos tenido (el jueves) una reunión con el comandante general de la Policía encargado y el jefe de la ONPE y las cosas han quedado claras. El presidente del ha dado un mensaje claro sobre cómo deben actuar los políticos y los partidos en esta contienda electoral respetando las reglas sanitarias. En la reunión del Pacto Ético Electoral se va a firmar un compromiso de respeto a las reglas sanitarias.

Después de las protestas, usted dijo que la Policía debe cambiar el protocolo de intervención y para ello iba a capacitarlos, entre otras cosas. ¿Qué debería cambiar para usted en ese procedimiento?

Hay que hacer más amigables los manuales.

Pero, ¿cómo le dice a un policía ‘haz más amigable tu intervención’ si tienes al frente a una persona con una piedra y una huaraca?

La ley que regula el uso de la fuerza en las intervenciones policiales es una de las más claras que he leído jamás. Es muy fácil de entender. Esta ley tiene un reglamento, es el mejor manual que tiene la Policía y explica la ley de manera didáctica. Para mí es pequeño, pero de repente para otras personas es un poco voluminoso. Yo creo que hay que buscar en cuanto a manuales una cosa intermedia, con gráficos adecuados. Además, hay que hacer los cursos. Tenemos más de 300 policías capacitadores que enseñan a sus colegas. Yo creo que en un porcentaje importante el mensaje ha llegado; lo que pasa es que hay cosas que no se pueden controlar. O sea, un señor irresponsable llevó un arma que no debía tener en ese momento en la manifestación. Ahora tú dices, y ya lo he escuchado muchas veces, ‘a la Policía la mandan desarmada’.

Yo no he dicho que a la Policía la mandan desarmada. Yo le estoy preguntando cómo puede responder un policía ante una persona que también tiene un arma...

Ese es el reto de la profesión de policía y del comando policial. Sabe que para intervenir en una manifestación, para controlarla y proteger el derecho de terceros y de los que marchan, primero tiene que practicar mucho, tener además un plan, su estrategia. El plan de operaciones siempre se tiene. Teóricamente el casco y el escudo deberían servir para protegerse. Hay equipos en mal estado que están en proceso de reposición. Se puede usar armas, pero no letales. El gas lacrimógeno se lanza para arriba. Un policía que dispara un gas irritante a dos metros de una persona es irresponsable. Después vas a las balas de goma. La Policía puede usar armas letales cuando una patrulla se encuentra con un asalto, por ejemplo, a un banco y los asaltantes tienen pistolas; la Policía puede sacar el mismo armamento. Pero para controlar una manifestación no van a salir con ametralladoras y pistolas, está prohibido. Puede haber (pistolas) por allí para casos extremos. ¿Qué pasa si una manifestación se torna absolutamente violenta y se pone en peligro la vida del policía? Tenemos 50 heridos y algunos policías con lesiones que les van a perturbar la vida un tiempo, pero ellos me dicen ‘ese es nuestro trabajo’.

¿Eso le dicen los policías?

Algunos, sí. Pero hay que evitar que esto ocurra. La Policía restablece el orden y protege el derecho de terceros, pero de una pedrada se puede matar a alguien, incluso a un policía.

¿Qué estrategia van a aplicar contra el crimen organizado vinculada a las economías ilegales o los delitos de cuello blanco? Informes de la UIF dicen que este movió entre 2011 y 2020 más de 14 mil millones de dólares...

La base de todo esto es el trabajo de Inteligencia. Se hace de manera cuidadosa e intensa. Las unidades que trabajan en delitos de alta complejidad se están fortaleciendo constantemente. Pero, además, estamos impulsando el fortalecimiento de todos los sistemas de monitoreo y coordinación de la actividad policial. Hemos encontrado mucha fortaleza allí, solo faltaba alguien que lo unifique, que lo impulse.

¿Quién es ese alguien?

Ese alguien son funcionarios del Ministerio del Interior, de la PNP y otro órgano del Estado que en algún momento lo diré. Están uniendo todo su potencial tecnológico para lograr esto. Estamos buscando un local adecuado para unificarlo. El esquema lo tenemos y los recursos tecnológicos los ha tenido siempre la Policía y otros organismos que se relacionan.

El jueves por la noche hubo un asalto a tan solo unos metros de la Plaza Mayor de Lima, bajo una modalidad que no se veía hace tiempo. ¿Qué se está haciendo para combatir estos delitos que afectan de cerca a la ciudadanía?

Es complicado. Sí hay un avance de la delincuencia. Después de lo ocurrido, la Policía empezó a hacer su trabajo. Ha habido intentos de otros delitos, pero la Policía ha intervenido oportunamente. Lamentablemente ocurrió allí en un lugar emblemático, y ahora dicen que ‘la Policía es un desastre’.

Nadie ha dicho eso.

Bueno, pero ya empezaron las críticas.

¿Qué se está haciendo para que no vuelva a ocurrir?

Intensificar Inteligencia, reorganizar el patrullaje. Hay buena voluntad de los altos mandos de la Policía para hacer un trabajo mejor.

¿Qué les puede decir el ministro del Interior a las personas que estuvieron allí esa noche?

Tengan confianza. Yo sé que han pasado un mal momento. Por allí alguien criticó que, en lugar de grabar, mejor hubiesen llamado primero a la Policía. Yo no los critico. La ciudadanía tiene que estar de lado de la Policía.

TENGA EN CUENTA

  • El director general de la PNP, César Cervantes, “tiene COVID-19. Estuvo en su casa, pero su cuadro empeoró un poco y fue llevado al hospital. Está con ventilación asistida y esperamos que su cuadro empiece a revertir”, dice Elice.
  • Sobre el hospital PNP, el ministro dice que se ha tomado previsiones para contar con el equipamiento adecuado para este rebrote.

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