Enrique Cornejo es investigado en el marco del caso Odebrecht. (Foto: GEC/Archivo)
Enrique Cornejo es investigado en el marco del caso Odebrecht. (Foto: GEC/Archivo)

Para la es evidente que el se adjudicó a luego de un “pacto colusorio” entre el exsecretario presidencial de , Luis Nava Guibert, y el exsuperintendente de la compañía brasileña, Jorge Barata, durante el segundo gobierno aprista (2006-2011).

Tras precisar el último martes la participación criminal que tuvieron Nava y Miguel Atala, exvicepresidente de Petroperú que confesó haber recibido US$1’312,000 ilícitos de Odebrecht para García, la Fiscalía sustentó ayer las imputaciones que le atribuye al exministro de Transportes, Enrique Cornejo.

La fiscal Meryl Huamán, miembro del equipo especial Lava Jato, reveló que el colaborado eficaz 01-2018 contó que, ya ejecutándose la construcción del Metro de Lima, el exdirector de contratos de Odebrecht, Carlos Nostre, le requirió al exviceministro de Comunicaciones, Jorge Cuba, que le consulte a Cornejo si necesitaba algún “apoyo” como agradecimiento a las gestiones que hizo para encaminar el proyecto.

Según el colaborador, Cornejo contestó inicialmente que no necesitaba nada. Pero en octubre de 2010 accedió al ofrecimiento y le pidió a Nostre que le pague los seis primeros meses de alquiler de la oficina privada que pensaba montar, a US$2,500 por mes. Además, que le comprara dos televisores de 55 pulgadas, cada uno a un costo de S/8,549.

Es así que el ejecutivo brasileño le entregó US$15 mil a Cuba en un sobre y este se lo entregó al secretario general del MTC, Jorge Luis Menacho, el hombre de confianza del titular del MTC, por orden del propio Cornejo. Los televisores se los entregó a Menacho, según el delator.

TREN ENCAMINADO

En el interrogatorio al que se sometió en abril, Barata contó que la licitación del Metro de Lima se gestó en un viaje que realizó a Cusco, el 19 de febrero de 2009, junto con Alan García y Enrique Cornejo.
De acuerdo al testimonio del empresario, este le comentó a García en el mismo avión presidencial que la licitación del tren debía realizarse como obra pública.

Barata explicó que como inversión privada no resultaba “atractivo” porque de esa manera la compañía debía encontrar el financiamiento total para ejecutar la obra.

Otro colaborador eficaz reveló que ese mismo día, por la noche, García convocó a Consejo de Ministros y suscribió el decreto de urgencia (DU) 032-2009 que transfirió la AATE –que estaba bajo el mando de la Municipalidad de Lima– al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC).

Dijo que estuvo presente cuando García le manifestó a Cornejo que debía culminar el metro en 18 meses y que para lograrlo “se firmarían los decretos que sean necesarios”. El entonces ministro, reveló el delator, se comprometió a cumplir con la orden.