El 14 de enero el fiscal contra el Crimen Organizado Álvaro Rodas presentó las 948 páginas de la primera acusación del caso denominado Escuadrón de la Muerte que revela la existencia de una organización criminal que operó al interior de la PNP entre 2012 y 2015.
Rodas le ha pedido al juez Víctor Zúñiga una pena de 35 años de prisión para el cabecilla Raúl Prado Ravines, quien en ese tiempo tenía la condición de comandante PNP, pero hoy se encuentra prófugo de la justicia.
La investigación fiscal quedó dividida en tres carpetas. En esta oportunidad, el requerimiento acusatorio se presentó para el caso Piura, en donde Prado y sus cómplices ejecutaron a cuatro personas que supuestamente tenían un plan para robar 150 mil soles a un empresario en febrero de 2015.MIRASA
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El fiscal ha podido reconstruir los hechos criminales que han configurado el delito de homicidio calificado en la modalidad de alevosía sobre la base de documentos, testimonios, pericias, confesiones de colaboradores eficaces, entre otros. Quedan pendientes las acusaciones de otros casos con iguales características al del norte del país. Fuentes del Ministerio Público sostienen que no pueden aventurarse a dar una fecha de presentación de las siguientes dos acusaciones.
En febrero de 2015, el entonces comandante Raúl Prado Ravines estaba asignado a la División de Asuntos Especiales de la Dirección de Inteligencia de la PNP (DIRIN). Bajo su mando también estaban los agentes –para quienes se ha pedido una pena de 35 años– Carlos Llanto, Williams Castaño y Noemí Santiago.
Ser agentes de Inteligencia les daba la perfecta fachada para moverse por el país cubiertos por un manto de supuesta legalidad. Es así que viajaron a Piura con la idea de planificar una emboscada que luego les permita presentarla como un exitoso operativo policial contra una banda criminal. Pero este plan no era más que un modus operandi para cobrar las recompensas y lograr el ascenso a costa de ejecuciones extrajudiciales.
El falso operativo en Piura terminó con la vida de Raúl Rivas Rimaycuna, Martín Tello Monja, Gian Fiestas Aquino y Hugo Yajahuanca Tineo. Estas personas fueron contactadas por un informante que –sabiendo que eran proclives a cometer delitos menores– les ofreció asaltar a un empresario.
Cuando se iba a cometer el supuesto asalto, llegaron los agentes de Prado y los emboscaron disparándoles hasta siete balazos al cuerpo. Hugo Yajahuanca no murió de inmediato, quedó tendido en el pavimento herido. Es allí donde Williams Castaño le dio el tiro de gracia. Esta ejecución extrajudicial quedó grabada en video. Luego los policías que dispararon acomodaron los cuerpos para dar la apariencia de un feroz enfrentamiento.
Así como este, hay siete casos bajo el mismo modus operandi. En uno de ellos, el Escuadrón de la Muerte llegó a asesinar a policías inocentes.