Entre las principales imputaciones del fiscal Hamilton Castro, se revela que la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sí se comunicó telefónicamente con el ex CEO de Odebrecht en el Perú, Jorge Barata, para solicitar recursos económicos argumentando que el dinero sería usado para su campaña del ‘No’ a la revocatoria.
El equipo especial anticorrupción, que lidera Castro, detalla que Barata recibió esta llamada en la oficina de la constructora brasileña en Lima. En razón a ello, la fiscalía solicitó al Poder Judicial (PJ) el impedimento de salida del país para Villarán, y su ex gerente general durante su gestión, José Miguel Castro Gutiérrez.
De acuerdo a lo dicho por el ex representante de Odebrecht, la solicitud de Villarán fue aceptada y este accedió a entregar el monto requerido (US$ 3 millones), en atención de que la constructora tenía diversos proyectos de interés en la Municipalidad de Lima. Tras ello, Barata se reunión con Miguel Castro.
Anteriormente, el PJ había aprobado–luego de las confesiones de Barata, y el colaborador eficaz Valdemir Garreta (publicista brasileño)– el levantamiento de las comunicaciones de Villarán y Castro.