Fiorela Nolasco, hija del asesinado exconsejero regional Ezequiel Nolasco, dejo entrever hoy que no confía para nada en el electo fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia, quien asumirá el cargo este 12 de mayo, y que los procesos de investigación por corrupción y asesinatos en Áncash podrían seguir a paso lento.
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La joven denunció que su familia es víctima de amenazas de muerte para evitar que ella siga denunciando y pidiendo justicia sobre los actos de corrupción en la gestión del presidente regional de Áncash, César Álvarez.
"Pedí una entrevista al presidente, Ollanta Humala, y a la primera dama Nadine Heredia, para pedirles apoyo porque nos han dejado desamparados en Áncash. No vemos ningún resultado, todo (el apoyo) ha quedado en palabras", dijo Fiorella.
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La hija del exconsejero regional asesinado encabezó una marcha por la dignidad y contra la corrupción en Áncash, tras reunirse con la ministra de la Mujer, Carmen Omonte, y con el presidente del Poder Judicial, Enrique Mendoza Ramírez, para abordar el caso de su padre y hermano asesinados, así como las denuncias de corrupción contra Álvarez.
"Hay varios testigos claves en las investigaciones contra la gestión del presidente regional, César Álvarez, que están siendo asesinados, pero que hasta la fecha estos casos no fueron esclarecidos por el Ministerio Público y el Poder Judicial", dijo.