El mineroducto para el transporte del metal de Las Bambas era un componente muy importante. Estaba considerado por la empresa Xstrata para su implementación, pues era ambientalmente más adecuado. En el caso de Antamina, por ejemplo, sí se traslada el concentrado desde la sierra hasta la costa por un ducto, sin ningún problema. Era una buena opción; lamentablemente fue descartado.
Básicamente, fue por el ahorro de una inversión adicional para terminar de enterrar los tubos, aunque ya estaban en el campamento de Tintaya (Cusco). Ya habían llegado los materiales, pero fue una decisión de criterio económico, que se tomó en la etapa de transferencia de empresas concesionarias debido a la fusión de Xstrata y Glencore.
La nueva compañía MMG dijo: si tenemos una carretera hecha, pues no se necesita enterrar los tubos.
Las Bambas es importante para todos nosotros. Este proyecto y la minería en general dan el recurso que necesita nuestro país. Por lo mismo, requiere la atención prioritaria del Estado. Además, la empresa y la comunidad deben encontrar puntos de encuentro y reconciliación mutuos para resolver el problema.
Ambos tienen que hacer esfuerzos para que en adelante puedan llevar una buena vecindad y amistad. No deben mirarse como adversarios.