Estas son las cortitas de hoy viernes 8 de abril del 2022

El primer ministro Aníbal Torres va de papelón en papelón. Tras su mención del genocida Adolfo Hitler como ejemplo de estadista y artífice del desarrollo económico de Alemania, trató de justificar su inoportuna y desatinada crítica a la Policía Nacional –la calificó de deficiente– alegando que estaba  “desesperado” y con “stress” por el secuestro de siete policías en Ica; una información que, dicho sea de paso, dio Dina Boluarte y que luego se confirmó que era falsa. Bien dicen que la ignorancia es atrevida y la estupidez es infinita. 

Y a propósito de la vicepresidenta y titular del Midis, durante su intervención en el Consejo de Ministros descentralizado no se le ocurrió mejor idea que ponerse a cantar la muliza Falsía ante los asistentes. ¿Qué estaremos pagando? Y es que, valgan verdades, lo suyo no es el canto, bueno, tampoco lo es la política, pero ahí va...

La sesión en Huancayo sirvió también para poner en evidencia las discrepancias internas en el dizque “sólido” gabinete ministerial –a decir del premier Aníbal Torres–. La titular de Trabajo, Betssy Chávez, le hizo tremendo desplante a Dina Boluarte frente a quien se pasó de largo. No la saludó y ni siquiera la miró. El gesto contrastó con el efusivo abrazo que sí le dio a su jefecito Aníbal Torres. ¿Será que no le gustó el canto de doña Dina?

La Comisión Política de Nuevo Perú le dio forata a su presidenta Anahí Durand, quien se negó a dejar su cargo de consultora de la Presidencia del Consejo de Ministros. Horas antes de tomar la decisión, Álvaro Campana, secretario general de la agrupación, en un intento de calmar las aguas, sostuvo que Durand asumió el cargo para hacer un “acompañamiento crítico al gobierno”. Sí, cómo no. ¿No será más bien por la jugosa remuneración mensual de S/17,400 soles?

Pero Durand no se quedó callada y, con la espada desenvainada, difundió un comunicado en el que sostiene que Nuevo Perú, el pseudo partido sin inscripción de Verónika Mendoza, “hoy ya no es útil a las clases populares peruanas”. Y si ella, que es de casa, lo dice, ¿quiénes somos nosotros para poner en duda su palabra? Cómo se quieren...pero de bien lejitos.