Mesías Guevara. (Foto: GEC)
Mesías Guevara. (Foto: GEC)

MESÍAS GUEVARA

Piñata morada

Mesías Guevara, el exsecretario general de Acción Popular y hoy flamante militante del Partido Morado, se ha convertido en la piñata de sus excorreligionarios que no le perdonan el cambio de camiseta. El turno esta vez fue del exlegislador Ricardo Burga quien comentó que esta decisión de Guevara es “lo más acertado que ha hecho en los últimos años y hará que el partido se limpie”. Auch, ¡qué fuerte! “Ahora ya salió del clóset y se ha unido al socio natural del vizcarrismo que es el Partido Morado”, prosiguió. Uhm, se la tiene jurada…


MARTHA MOYANO

Vergüenza ajena

La congresista por Fuerza Popular, Martha Moyano, ofreció disculpas a la Policía Nacional tras el bochornoso incidente protagonizado por el asesor de su bancada Juan Carlos Torres Figari, quien pretendió ingresar al Palacio Legislativo por una puerta no autorizada y al ser impedido por un efectivo policial lo agredió verbal y físicamente. “Siento vergüenza”, dijo la parlamentaria. Sin embargo, la vergüenza no parece haber llegado al resto del bloque; el vocero Eduardo Castillo ha preferido quedarse bien calladito y perfil bajo como el avestruz, pese a que Torres es trabajador del grupo.


PETROPERÚ

¿Desinformación?

La de nunca acabar. Mientras expertos advierten sobre las consecuencias negativas que tendría lanzarle un salvavidas financiero de nada menos que US$2,550 millones a Petroperú, en el Congreso, un grupo de congresistas de izquierda ha presentado una moción de respaldo a la empresa y denuncia que estas alertas son parte de una “campaña de desinformación”. Uhm, los que están desinformados son los legisladores de Perú Libre, Bloque Magisterial, Juntos por el Perú, Perú Bicentenario y Podemos Perú, entre otros, que omiten decir, convenientemente, que la empresa ya fue “rescatada financieramente” varias veces con plata de todos los peruanos y sigue generando pérdidas. ¿Hasta cuándo?


RAFAEL LÓPEZ ALIAGA

Pifiado

Mal la pasó el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, en la serenata por el 489 aniversario de fundación de Lima celebrada en la Plaza de Armas. Muchos de los asistentes lo recibieron con la espada desenvainada, lo pifiaron y le gritaron palabras soeces a tal punto que, incómodo, el burgomaestre se vio obligado, rapidito nomás, a dar un discurso cumplidor y retirarse del escenario aunque sin perder la sonrisa. Bien dicen, caras vemos, corazones no sabemos.

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