Yo no sé nada…
Martín Vizcarra se animó a dar la cara y aseguró que él nunca, nunca solicitó beneficiarse con la nefasta ‘Ley Soto’ para lograr la prescripción de la acción penal en su contra por la construcción de la represa Chirimayuni. “Están equivocados; (...) es el Poder Judicial que, de oficio, ha hecho la aplicación de esta norma”, alegó. Y como si fuera ducho en la materia, agregó que el suyo era un “caso muerto” para la Fiscalía. Sin embargo, cuando se le preguntó si renunciaría a esa prescripción arguyó que eso lo decidirá su defensa legal ¿¿¿??? “Yo soy ingeniero, no abogado”, replicó. Sí pues… cuando le conviene.
Turismo oneroso
Al igual que Vizcarra, el presidente del Congreso, Alejandro Soto, síííí, ese que se corre de la prensa en Lima, y en Cusco también, desde que salieron las denuncias en su contra por contratar a su cuñada en su despacho congresal, favorecerse con la mentada ley de prescripción y haber sido denunciado por supuestas irregularidades en la adquisición de un inmueble, tomó aire y reapareció por tierra inca en el marco de la Semana de Representación. “Los cusqueños requerimos de una dotación de agua potable las 24 horas del día, esta es una ciudad turística e histórica que merece la atención del Estado”, comentó. Uhm, tanto gasto con el viajecito para llegar a esa conclusión.
Se bajan del trencito
Parece que no solo en la bancada de Avanza País se cuecen habas, por obra y gracia de la fiestera, perdón, de la congresista Rosselli Amuruz. También en el partido ocurre algo similar y poco a poco se van alejando destacados militantes como el empresario Carlos Añaños Jerí y el exalcalde de Miraflores y exaspirante a la Municipalidad de Lima Luis Molina. ¿Qué ha pasado? Nadie lo sabe, pero todo indica que el partido del trencito ya no “avanza” y difícilmente podría llegar a los comicios de 2026.
Los “iluminados”
De los mismos autores de “cambien el cebiche por el pollo saltado” y “cuando un transeúnte deja un celular a la vista, probablemente sea una provocación”, llega directo y sin escalas desde el Poder Ejecutivo: “¿Por qué ha subido la extorsión? Porque hay algunas personas que sí (la) aceptan por miedo”. ¿Y qué ministro hizo tan “brillante” declaración? Pues el titular de Justicia, Eduardo Arana, quien al mejor estilo de su jefecito Alberto Otárola prefiere quitar cuerpo antes que asumir responsabilidades. Bueeeno, con el (mal) ejemplo del premier amiguero, ya nada sorprende.