El drama en Puno también afecta a los transportistas bolivianos

Hasta el momento, los transportistas bolivianos no han sufrido agresiones físicas o daños de sus vehículos de carga, pero esto se debe a que, desde hace dos semanas, 500 de ellos vienen pagando 10 soles diarios, cada uno, a los pobladores del distrito puneño de Desaguadero por el alquiler de las cocheras donde tienen que guardar sus camiones. Esto significa un pago de 5 mil soles por día.

Los otros 300 camiones se encuentran en fila, uno tras otro, en la carretera que conduce al cruce fronterizo con Bolivia, el cual está prohibido de pasar por los pobladores.

Desde el inicio de los bloqueos, que comenzaron el 4 de enero, hasta hace dos semanas, esos 800 camiones bolivianos se encontraban en el distrito puneño de Huacullani, a 36 kilómetros de distancia de Desaguadero. Pero pudieron convencer a los manifestantes que les permitan avanzar y esperar que finalmente les dejen cruzar, en algún momento, el puente fronterizo.

“Hemos rogado e invitado gaseosas para llegar hasta Desaguadero”, recuerda Sullcani, refiriéndose a que los transportistas han tenido que suplicar a los manifestantes que los dejen ir a la frontera.

¿Con quiénes tuvieron que conversar para que puedan ir a Desaguadero?, le preguntamos. Sullcani responde que lo hizo con los tenientes gobernadores o autoridades aimaras que usan poncho negro, a diferencia de los comuneros del lado de su país, que visten poncho rojo. “En el lado peruano, son ponchos negros el distintivo”, añade el dirigente.

No obstante, dice que, hasta el momento, los manifestantes no les han pedido algún pago económico para cruzar la frontera. Cuenta que, en una última comunicación con los organizadores puneños de los bloqueos, les han solicitado que les otorguen un “pase humanitario” para cruzar la frontera. Hasta el momento, no han recibido respuesta.

Ese pedido también se lo han hecho llegar a la Cancillería de su país, pero esta “no quiere meter las manos”, para no causar injerencia, explica.

El presidente de la Cámara de Transporte Pesado de El Alto, Gustavo Rivadeneyra, asegura a Perú21 que hay otros 400 transportistas bolivianos que están varados, también en Desaguadero, pero en el sector de su país.

Si bien tampoco pueden pasar a Perú, muchos de ellos han optado por hacerlo por la frontera con Arica, Chile.

Sullcani y Rivadeneyra coinciden, por separado, en que las violentas manifestaciones en Perú han ocasionado una pérdida a su sector de US$5 millones. Sin embargo, el daño económico ha sido mayor para los empresarios importadores, quienes –añade Sullcani– tienen un perjuicio diario de US$280 mil. En estos casi 60 días de bloqueos, indica, la afectación económica para transportistas e importadores sobrepasa los 22 millones de dólares.

En el lado peruano, hay camiones bolivianos vacíos, y otros con carga, sobre todo los que vienen de los puertos de Ilo y Matarani. Estos poseen artículos para el sector minero y ferretero, como fierros, vigas y plástico. Y, en el lado boliviano, los camiones tienen granos y botellas de aceite de soya, provenientes en su mayoría de Santa Cruz.

El exviceministro de Transporte Virgilio Acuña señaló a este diario que de nada servirá que se levante el bloqueo porque podría volver, después, la huelga de los transportistas peruanos que, desde antes de las protestas, quieren un puerto seco en Desaguadero, para que los camioneros del vecino país dejen allí su carga pesada y sean los peruanos quienes la lleven a su destino final.

Acuña dijo que esa propuesta ha sido recogida en un proyecto de ley por el Ministerio de Transportes y actualmente está en el Congreso. Los dirigentes bolivianos aseguraron a Perú21 que “jamás permitirán” que eso pase.

-Solo cuatro vías de Puno continúan bloqueadas. Los cortes de carreteras por las manifestaciones pasaron de 33 a seis, informó la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas (Sutran).

-El MTC no respondió hasta el cierre de esta edición sobre qué va a hacer por los transportistas varados.

-Un reportaje de Cuarto poder confirmó ayer la agonía que atraviesan los camioneros del vecino país, en Desaguadero, que esperan cruzar pronto la frontera.