Probablemente 2018 sea recordado, políticamente, como el año en el que un presidente, Pedro Pablo Kuczynski, fue obligado a renunciar, y en el que se desató la crisis política y judicial a raíz de los llamados audios de la vergüenza. No obstante, hay otros temas que no se deben descuidar, como son las inversiones públicas.
Según el portal del Ministerio de Economía y Finanzas, el avance de ejecución de proyectos de inversión no llega a 50% en ninguna cartera a cuatro meses de que acabe el año.
Es el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social el que presenta la cifra más baja, con un 16%, mientras que Comercio Exterior y Turismo encabeza la lista, con 48.6%.
El lento avance de los gastos en proyectos de inversión, en un país donde hay un déficit de infraestructura, es preocupante. Para el decano de la Facultad de Economía de la UPC, Carlos Adrianzén, este bajo porcentaje que se registra es una situación que se repite todos los años.
“A fin de año veremos los apresuramientos para gastar, lo que lleva a la sobrevaloración de precios”, comentó.
El problema, expresó el economista, son las trabas burocráticas que hay no solo en el sector privado; también en el público, lo que impide que se puedan realizar desembolsos.
Una posición similar tiene el director de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), César Peñaranda, quien, además, informó que en promedio, en los últimos años, la ejecución de proyectos de inversión no ha llegado ni al 70%, y este 2018 no sería la excepción.
Además, a este año se suma el tema de la crisis política y judicial antes mencionada, que genera algunos temores en los funcionarios para los desembolsos, según explicó el representante de la CCL.
“En 2018 ha habido un cambio en la presidencia, en el gabinete, y eso definitivamente afecta, así como los actos de corrupción que se han conocido, pero más que un problema de recursos, es un problema de gestión”, afirmó.
En tanto, el economista Jorge González Izquierdo también coincidió en que existe un temor de que “les caigan denuncias por corrupción a los funcionarios”, motivo por lo cual se limitan en cuanto a sus desembolsos.
“Preocupa también que la política fiscal, que se necesitaba que sea fuertemente expansiva, no está funcionando”, manifestó.
Por su parte, el economista Pablo Secada sostuvo que, más allá de ver el avance, lo que se necesita es contar con un plan de infraestructura nacional.
“El indicador que muestra los avances hace pensar que el Estado está haciendo las cosas bien, y no es así. El sistema es un desastre, hay que cambiar eso”, expresó.