Falta de empleos, turismo en declive y pérdidas millonarias por marchas en Puno

La región de Puno ha agudizado su crisis debido a los más de 70 días de paralización económica por las violentas protestas contra el gobierno de Dina Boluarte. Perú21 conversó con comerciantes y ciudadanos de a pie de Juliaca, quienes piden hallar una solución para no perder el año.

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De acuerdo con un informe de la Cámara de Comercio y Producción de Puno, publicado en febrero, la minería se convirtió en el sector más afectado por las manifestaciones y le siguen el comercio, turismo, exportaciones y acuicultura.

El documento, al que tuvo acceso este diario, concluye que las pérdidas económicas en Puno son de 295 millones 893 mil soles, aproximadamente, en los dos primeros meses del año.

“La situación está bastante complicada porque Puno está siendo tomado por un grupo de radicales, quienes tienen una postura muy firme y piden la renuncia de la presidenta, el cierre del Congreso y la asamblea constituyente”, indicó Oswaldo Soto, presidente de la Cámara Hotelera en Puno.

Advirtió que la recuperación del turismo será lenta debido a la mala imagen de Puno por los constantes enfrentamientos y hechos de violencia que sucedieron.

“1,800 trabajadores fueron despedidos en el sector hotelero en tres meses. Si esto continúa un mes más, habremos perdido el año y estaríamos hablando de recuperarnos recién en 2024″, destacó a Perú21.

Francisco Aquise, presidente de la Cámara de Comercio en Puno, precisó a este diario que se han cancelado las reservas turísticas hasta junio de este año.

“Esto se puede recuperar, siempre y cuando esta crisis se resuelva. El Legislativo debería dar un cronograma para nuevas elecciones”, apuntó.

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No más violencia

Perú21 estuvo varios días entre Juliaca e Ilave y comprobó que muchos emprendedores concuerdan en que la violencia y las protestas no pueden continuar. Calles vacías, negocios cerrados y gente esperando un vuelo humanitario es el pan de cada día en Puno.

Amelia Foraquita Lupaca llegó al Cuartel de Ilave con comida y ropa en su lliklla para entregársela a su hijo, el cabo Cristian Flores, quien es uno de los sobrevivientes del ataque de subversivos disfrazados de manifestantes que terminó con seis soldados ahogados en el río Ilave.

“¿Cómo van atacar los pobladores a los militares? ¿Acaso no tienen hijos, nietos? Yo vivo preocupada todo el tiempo y rezo por la familia de los soldados muertos. Ahora mi hijo tiene lesiones en el pie y espero su recuperación”, clamó.

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