Si la intención de la comisión Lava Jato es que se especifique la estrategia del Estado para defenderse legalmente ante una demanda de Odebrecht, lo correcto es que citen, en lugar de la premier Mercedes Aráoz, a quien preside el Consejo de Defensa Jurídica del Estado o al ministro de Justicia.
Si la comisión insiste en convocarla y Aráoz no tiene nada que ocultar, podría acudir por una cuestión de transparencia, pero ella no es quien debe aclarar las dudas en este caso.
Pensar que solo se llama a la primera ministra sin una finalidad política sería ingenuo, pero la finalidad política tiene diferentes matices. Al mandatario se le convocó por ser premier en el gobierno de Alejandro Toledo, a Aráoz se le llama por la estrategia legal ante una demanda internacional.
Ahora, esto se ve como si el Congreso intentara decir al Ejecutivo “debes venir cada vez que te citemos”, y puede ser así. Esta es una puja entre poderes políticos.