El interrogatorio de marzo al exdirectivo de Odebrecht Jorge Barata supondrá el enfrentamiento de dos versiones sobre una de las más detonantes historias que ha destapado el caso Lava Jato: la supuesta entrega de dinero ilegal al expresidente Alan García.
Debido al suicidio del exmandatario, que ocurrió en abril de 2019, los fiscales del equipo especial no han podido consultar directamente a Barata sobre esos supuestos desembolsos porque con el fallecimiento de García se extinguió la persecución penal en su contra.
Sin embargo, la investigación continúa e implica al exsecretario presidencial de García, Luis Nava Guibert. De acuerdo con el empresario brasileño, Nava se le acercó en el año 2006 para decirle que se había enterado de los sobornos pagados por la compañía al exmandatario Alejandro Toledo.
Y, por ello, según la versión del exejecutivo, este le exigió que también entregue coimas para que “no delate” el acuerdo ilegal cerrado con Toledo. Según Barata, en el mismo Palacio de Gobierno se comprometió con Nava a entregarle US$3 millones.
No obstante, y como lo adelantó Perú21, el exfuncionario rechaza esa afirmación.
Su abogado, Raúl Noblecilla Olaechea, confirmó a este diario que acudirá a la diligencia en Brasil para confrontar la posición de su patrocinado con el propio Barata.
“No existió ninguna reunión con Barata para pactar el pago de coimas, y eso de los 3 millones de dólares es un invento de Barata para proteger a Alan García”, indicó
Noblecilla.
Luis Nava contó al Ministerio Público que Alan García recibió dinero de Jorge Barata en “loncheras” y que ambos tenían constantes reuniones en 2006.
“En el año 2006, en el local de campaña (del Apra), Barata le entrega a García entre cinco y seis loncheras de sesenta mil dólares (US$60,000)”, declaró.