“Podemos imaginar ese viaje”, ensaya Mirko Lauer. “Charlas para los visitantes, ratos libres para fotos frente al Kremlin, algunas con los guías Ivan y Tatiana. Luego, largas explicaciones sobre por qué Vladimir Putin va a ganar esa guerra. Viaje a la tienda de gorros de peletería. Mientras tanto, vodka y más vodka (por la victoria). Y regalos (por la amistad de los dos pueblos)”, escribe el periodista checo. La suposición no se aleja de la realidad, a juzgar por la foto que se tomó Guillermo Bermejo frente a la tumba de Stalin, en la necrópolis de la muralla del Kremlin. A 70 años de su muerte, la tumba del ‘hombre de acero’ luce discreta al lado del mausoleo de Lenin, punto turístico visitado por el camarada ‘Che’, donde está prohibido tomarse fotos. Compañeros de ruta han explicado que el consabido tour por el Kremlin incluyó visitas al Museo de la Armería, a la Campana del Zar y al Cañón del Zar. También hubo almuerzo en la City de Moscú —algunos cenaron en el edificio más alto—, show de kazachok, paseo frente al Bolshoi y el monumento a Marx que está cerca, visita a las catedrales y a los centros comerciales. Y varias reuniones con bebidas espirituosas en cantidades eslavas. Sobre todo, shots de vodka, desde el ruso Beluga hasta el polaco Pravda. Y, por supuesto, una visita al bazar para comprar un ushanka o gorro de piel. Una parada ineludible. Porque Bemejo no podía permitir que su exsocio Vladimir Cerrón tuviera dos sombreros y él ninguno.

Pero no es el primer acercamiento de Bermejo a la cultura eslava. Desde conexiones etimológicas polémicas como su exasesor Lenin Romero y el exsimpatizante castillista del Movadef, Lavrenti Coronel (bautizado en honor a Lavrenti Beria), hasta su muy sonada amistad con el militante ruso de la izquierda radical Denis Rogatyuk. Rogatyuk, alias ‘El Ruso’, se reunió en México con Bermejo y el exmilitante del MRTA, Martín Serna Ponce, alias ‘Comandante Carlos’. Además de participar en el chat ‘El Aymarazo’, donde alentaba a incendiar la comisaría de Ilave, en enero de 2023, ‘El Ruso’ dirige el blog chileno El Ciudadano y colabora con el medio RT (Russia Today), un canal estatal ruso muy influyente en Latinoamérica. La experiodista estrella de RT Inna Afinogenova le dedicó varios capítulos a la llamada ‘Toma de Lima’ y al expartido de Bermejo, Perú Libre, tanto desde su canal personal como desde ‘La Base’, el programa del exlíder español de Podemos, Pablo Iglesias.

El nuevo partido del ‘Che’, Voces del Pueblo, también tiene intereses prorrusos. Basta ver los eventos promovidos por algunos de sus miembros en redes sociales. La agenda tiene puntos clave, como la videoconferencia ‘El nuevo orden internacional multipolar del siglo XXI’, llevada a cabo entre la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Cajamarca y su invitado especial, Alexander Dugin, el ideólogo de Putin. Y también temas coloridos, como eventos culturales, deportivos y gastronómicos de la muy activa Casa de Rusia en Lima. Pero no hay temas menores en la diplomacia rusa. La cultura es el ‘poder blando’ de los rusos en Lima, como lo saben los organizadores del próximo Festival Mundial de la Juventud 2024 de 2024. Una convocatoria abierta a 20 mil líderes políticos de la región donde seguramente destacarán los discípulos de Voces del Pueblo.

El caso Bermejo, evidentemente, es único y demodé. Como recuerda Lauer, “viajar a Rusia en paquete político-turístico era un asunto venial. Congresistas del mundo entero y de las más variadas posiciones lo vienen haciendo desde que se formó la III Internacional Comunista en 1919. El viaje a la Meca fue un paso importante en el proceso de adoctrinamiento o desencanto que acompañó la relación con la URSS”. No es el caso del resto de los parlamentarios viajeros. Salvo el exmiembro de Izquierda Unida, Eduardo Salhuana, el resto de visitantes no tiene mayor formación ortodoxa. Es el caso Elizabeth Taipe (Perú Libre), Segundo Quiroz (Bloque Magisterial), Elizabeth Medina (Bloque Magisterial) y los no agrupados Silvana Robles y Jaime Quito. Aunque en su preparación no llegan ni a komsomol, todos ellos votaron contra la moción de rechazo a la invasión rusa a Ucrania el pasado 1 de marzo de 2022 en el Pleno del Congreso. Aquella vez, las no agrupadas (antes Acción Popular) Silvia Monteza (Cajamarca) y Karol Paredes (San Martín) se abstuvieron. Y Kira Alcarraz, de Podemos (antes Somos Perú), no respondió. Increíblemente, los apepistas Eduardo Salhuana (Madre de Dios) y Edith Julón (Cajamarca) votaron a favor de aquella moción de rechazo a la invasión. Ese día estuvieron ausentes los perulibristas Kelly Portalatino (Áncash), Abel Reyes (Huánuco) y el propio Bermejo (hoy Cambio Democrático).

Mientras Salhuana, Paredes y Taipe lucieron sonrientes tras bajar de su avión, Medina y Monteza se deshicieron en elogios hacia sus anfitriones rusos. Silvana Robles fue un caso aparte. Desde Moscú, Robles se dio el gusto de exponer su postura “contra la OTAN” y votar a favor de un pedido presentado en la Comisión de Relaciones Exteriores para rechazar el comunicado de la Embajada de Ucrania en el Perú, en el que se cuestionaba la participación de los 13 legisladores peruanos en el evento organizado por el Parlamento ruso. El incidente diplomático fue escalando gracias a un tuit del parlamentario Ernesto Bustamante. “El lunes 2, el embajador de Rusia en Perú, en diálogo personal, me dijo frases duras y fuera de lugar para con Perú. Dijo querer cárcel para presidenta, cambio de ministros, una “revolución”, etc. Esto, en presencia del embajador de otro país. Retruqué con cortesía y firmeza”, tuiteó el médico.

Queda pendiente, por cierto, la lista que defina qué legisladores viajarán a Praga el próximo 24 de octubre. Praga, como se sabe, es la sede de la Segunda Cumbre Parlamentaria de la Plataforma Internacional de Crimea, evento al que el embajador ucraniano en el Perú, Yuriy Polyukhovych, ha invitado a los parlamentarios peruanos a través del presidente del Congreso, Alejandro Soto. “Ucrania espera ver a los delegados del Congreso del Perú en la Segunda Cumbre Parlamentaria de la Plataforma Internacional de Crimea, que se celebrará el próximo 24 de octubre en Praga”, dijo el diplomático. Es inverosímil creer que alguno rechazará la invitación por vergüenza.

En la Duma rusa, Medina y Monteza dieron sendos discursos, aunque sin llegar a las alturas de Bermejo, quien mezcló a Túpac Amaru, Fidel Castro, Lenin y la Segunda Guerra Mundial. Un caso aparte fue el de Abel Reyes, quien ha decidido quedarse hasta enero de 2024. Reyes, como se sabe, ya estuvo en Rusia antes, entre febrero y marzo de 2022. E incluso quiso viajar a Crimea en 2014, durante la primera parte del conflicto eslavo. El brazo izquierdo de Vladimir Cerrón parece mover una agenda propia.

Cerrón, por cierto, acaba de ser sentenciado a tres años y seis meses de prisión efectiva por delito contra la administración pública en la modalidad de colusión. El Poder Judicial ya le había negado el viaje a la Madre Rusia. Y, al parecer, no tuvo tiempo de escapar. Todo hace indicar que ‘Boba’ —como le dicen los rusos a los que se llaman Vladimir— se entregará en las próximas horas. Moscú no cree en lágrimas.