Daniel Córdova propone algunos ajustes a las medidas implementadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus. (Ministerio de Producción)
Daniel Córdova propone algunos ajustes a las medidas implementadas por el Gobierno para enfrentar la pandemia de coronavirus. (Ministerio de Producción)

La aplicación del Estado de Emergencia Nacional para frenar el avance del en nuestro territorio ha cambiado radicalmente la manera de actuar el Ejecutivo frente a las emergencias. Sin embargo, deja algunas interrogantes respecto a cuál será el futuro económico de nuestro país.

Daniel Córdova, economista y exministro de la Producción, explica que los cambios se observarán y nos permitirán adaptar nuestro futuro en términos de la realidad sanitaria.

El especialista identifica tres importantes frentes que deben ser atendidos durante esta etapa: emergencia sanitaria, emergencia alimentaria y emergencia económica. Cada uno de ellos, según señala está siendo atendido de manera acertada; sin embargo, hay aspectos deben ser mejorados con propuestas inmediatas que alienten a su rápida recuperación.

“En los tres frentes hay aciertos, pero también hay la necesidad de corregir y de hacer las cosas- creo yo- de una manera más efectiva. En general lo que yo sostengo es que el Estado Peruano, a diferencia de otros vecinos en la región, ha vivido en esta paradoja de tener mucha solvencia financiera, pero poca capacidad para ejecutar digamos los fondos que tiene en proyectos y programas de manera eficiente. Vemos ahora como la salud tiene una infraestructura paupérrima en relación a otros países a pesar que tenemos el dinero para invertir mucho más que otros países vecinos”, explica.

ASPECTO SANITARIO

En el aspecto sanitario, Córdova propone la articulación entre el Estado y el sector privado para la adquisición de más kits de detección rápida del COVID-19, la producción de mascarillas y la importación de equipos médicos necesarios para la atención de pacientes con esta enfermedad.

Añade que- ante la necesidad de personal médico- deberíamos recurrir a los especialistas venezolanos que se encuentran en nuestro país con ganas de ayudar a atender esta pandemia. Asimismo señala que la falta de camas e infraestructura para pacientes que requieren de internamiento podría cubrirse con los hoteles cuyo funcionamiento se ha visto detenido por la cuarentena.

“Siento que las medidas de emergencia tienen que complementarse con una articulación mucho más dinámica con el sector privado en todo lo que es la provisión e importación de bienes y servicios estrictamente médicos porque vamos a tener cada vez más, a lo largo de este proceso, gente que va a necesitar estar en cama y con cuidados médicos”, señala.

EMERGENCIA ALIMENTARIA

En este aspecto plantea aumentar el monto del subsidio otorgado a la población más vulnerable y convertirlo en una renta básica universal que represente a un sueldo mínimo que beneficie a más grupos sociales que resulten afectados con esta situación.

“Yo creo que esos S/380 ligados a una base de datos algo desactualizada está bien, pero yo subiría absolutamente todo a un sueldo mínimo. Un sueldo mínimo universal, una renta básica universal para todos los peruanos mayores de edad y eso permitiría y parte de esa renta básica para los que no tengan y no podamos llegar con efectivo puede hacer con canastas básicas de bienes de consumo. Ahí hay que ser bien poco tacaños, el Estado debe meterse la mano al bolsillo sin temor porque esa plata va a volver al sistema económico y va a dinamizar la demanda que está parada ahora”, explica.

EMERGENCIA ECONÓMICA : ¿CÓMO SALVAMOS A LAS EMPRESAS?

En este punto, el economista respalda la propuesta de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) respecto a las facilidades para proponer una para temporal de las actividades económicas. No obstante, asegura que esto no representa que los trabajadores sean despedidos sino que reciban el subsidio del Estado en el tiempo que tome retomar el curso de sus operaciones.

Agrega que para que esto funcione los empresarios, altos funcionarios y socios deben solidarizarse y bajar sus sueldos. Asimismo dentro de este plan debe incluirse no solo a las empresas formales, sino también a las informales y a las microfinancieras.

“Creo que la Confiep tiene razón en llamar la atención sobre la evidencia de que las empresas van a quebrar si tienen que pagar los costos sin funcionar y que tienen que ajustarse los cinturones y que requieren de mayor flexibilidad, pero eso tiene que hacerse siendo solidarios con un claro mensaje de reducción de sueldos de altos funcionarios, y distribución de dividendos que se ajusten a la realidad”, manifiesta.

¿VOLVER A LA NORMALIDAD?

El exministro señala que- luego de esta crisis- nada volverá a hacer lo mismo y enfatiza en la importancia de que, al término de la cuarentena, el próximo 26 de abril, se haga lo posible para que las empresas que se puedan adaptar fácilmente a los protocolos de seguridad sanitaria retomen sus actividades e impulsen la afectada economía.

“Esta pandemia pasa, tiene un periodo de maduración y después pasa y ya hay que retomar las actividades económicas pero con todos los protocolos necesarios para que no haya contacto físico con la gente, para que haya la distancia debida, la gente con mascarillas. Entonces eso tiene que imponerse como una norma e ir retomando ya las actividades para que la economía empiece a reactivarse nuevamente”, precisa.

Advierte que esta experiencia nos permitirá aprender sobre escenarios futuros: “No regresaremos a la normalidad después del 26, pero si podemos acercarnos paulatinamente a la normalidad (...) Las grandes fábricas deben adaptar la forma de producir bienes y servicios de acuerdo a la realidad sanitaria”.

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