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El ministro de la Presidencia de Panamá, Álvaro Alemán, anunció que el gobierno panameño ha tomado la decisión de prohibir a la constructora brasileña Odebrecht participar en futuras licitaciones en este país centroamericano.
A través de un comunicado difundido por el ministro de la Presidencia, el gobierno de Panamá decidió "adoptar las acciones necesarias a fin de prohibir que al Grupo Odebrecht se le adjudique y refrende ningún contrato demandante de futuros procesos de licitación pública".
Asimismo, se condenó "enérgicamente los hechos de corrupción alegados que perpetuaron funcionarios panameños y figuras relacionadas, a través del pago de sobornos en Panamá por parte del Grupo Odebrecht, el cual sustrajo dineros del patrimonio nacional y afectó los intereses del Estado y del pueblo panameño".
El Departamento de Justicia de Estados Unidos divulgó un informe según el cual Odebrecht pagó sobornos en nueve países latinoamericanos por cientos de millones de dólares para obtener contratos.
En el caso de Panamá, ese documento revela que la constructora brasileña pagó entre los años 2010 y 2014 más de US$59 millones en sobornos, a cambio de contratos valorados en más de US$175 millones.
El diario local La Prensa, citando al periódico O Estado de Sao Paulo, publicó que el ejecutivo de Odebrecht Luiz Eduardo Soarez dijo a fiscales brasileños que los pagos de comisiones "se hicieron a dos hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli".
De acuerdo a esa versión, Odebrecht habría pagado US$6 millones a los hijos del exgobernante para obtener contratos de obras públicas.
Como se sabe, Martinelli (2009-2014) vive un exilio voluntario en Miami. El gobierno de Panamá ha pedido su extradición a Estados Unidos para que enfrente a la justicia por denuncias de espionaje y corrupción.
